Recursos Humanos Digital. El Comité Ejecutivo Nacional de CSI-CSIF ha acordado no apoyar la huelga general del 29 de septiembre, convocada por CC.OO. y UGT, y alega que no puede volver a pedir a los empleados públicos un nuevo esfuerzo después que ya fueran a la huelga tras el recorte de sus salarios.
Así, el sindicato más representativo en el conjunto de todas las administraciones públicas, recuerda en un comunicado que ya convocó un paro el mismo día en que el presidente del Gobierno anunció el incumplimiento del acuerdo salarial en la función pública.
«La convocatoria de huelga del día 29 de septiembre se produce con dos años de retraso», señala la organización sindical, que apunta que «no se quiso dar una respuesta contundente en 2008 cuando se generalizaron los expedientes de regulación de empleo (EREs) en toda España afectando a cientos de miles de trabajadores», y sí ahora, «cuando los daños producidos por la errática política económica del Gobierno resultan, en algunos casos, irreparables».
«Tampoco aprobamos que la convocatoria se realice haciéndola coincidir con las movilizaciones (que no huelgas) de los sindicatos europeos, desvirtuando la realidad y la problemática de la situación española, a la vez que difuminando la protesta y el malestar contra el Gobierno de España», añaden.
Por otra parte, el sindicato argumenta que los mensajes de los sindicatos convocantes del 29-S «son confusos» y apunta que, aunque la reforma laboral aprobada es «tardía, parcial e insuficiente», no se puede apoyar una huelga que contiene «un gran componente político, que está convocada fuera de tiempo, que significa un nuevo esfuerzo y quebranto económico a los trabajadores y que no tiene posibilidad de resolver los problemas actuales».
Los médicos tampoco
La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) ha acordado en su comité ejecutivo no secundar la huelga general de trabajadores convocada por CC.OO. y UGT para el próximo 29 de septiembre, aunque dan vía libre a los facultativos a que «tomen a título individual la decisión que les parezca más oportuna».
Según «intuye» esta entidad, la huelga «no va a servir para nada», ya que consideran que «el Gobierno está pillado en un situación en la que ni siquiera cuenta con autonomía para tomar ciertas decisiones».
No obstante, la decisión ha sido consensuada por unanimidad y obedece también a «parecidas razones» a las que les llevó a no sumarse a la huelga de los funcionarios el pasado 8 de junio, cuando CC.OO. y UGT «hicieron caso omiso» al recorte porcentual para todos los empleados públicos que solicitaban, en vez de hacerse de modo progresivo como ha sucedido.
«Esto se ha traducido en que los médicos son uno de los colectivos más castigados por la merma salarial», asegura CESM, quien acusa a estos dos sindicatos de «haber actuado durante muchos años como comparsas» de la «pasividad e ineptitud» del Gobierno en materia económica.
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