RRHH Digital. Según el Presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), Francisco Aranda, “agosto ha sido siempre un mes tradicionalmente negativo para el empleo, ya que se acaba el periodo estival, y con él, los tan agradecidos en esta crisis, empleos de temporada. Sin embargo, no podemos justificar este hecho para los 131.858 empleos que se han destruido, y que nos dan un balance anual de 87.375 empleos netos perdidos. Aunque sólo el 46,3% de estas personas han ido a incrementar las listas del paro, lo que ha vuelto a situar el agregado total cercano a los 4 millones de personas. Por ello, ratifico las declaraciones de Maravillas Rojo, en las que citaba que no era un buen dato. Pero el Gobierno no puede limitarse al análisis de os datos, conoce de cerca la profunda enfermedad de nuestro mercado de trabajo y tiene que actuar de inmediato. Se sigue aumentando el paro registrado de forma interanual, concretamente en un 9,3%, y eso significa que seguimos sin poder controlar la sangría del desempleo”.
“Por otro lado”, matiza Aranda “no debemos olvidar que en este mes de agosto se han firmado más de un millón de contratos, de los cuales más del 93% han sido de carácter temporal. Es decir, vuelve a ser este tipo de contratación a la que recurren las empresas a la hora de emplear a un trabajador”.
El máximo representante de la patronal de las Empresas de Trabajo Temporal, AGETT, concluye que “es ahora, sin la creación de empleo estacional, cuando observaremos unos resultados difíciles de estos indicadores de coyuntura, situación que podría tener graves consecuencias si no se toman medidas que eviten un nefasto final de año, en lo que a empleo se refiere, y que acarrearía inevitablemente enorme problemas en lo social. En cualquier caso, el 9 de septiembre se escribe un nuevo capítulo que marcará el futuro del mercado laboral. Evidentemente una ley por sí sola no crea empleo, pero qué duda cabe que puede ayudar o entorpecer la actividad empresarial. Desgraciadamente, los términos en la que está planteada esta norma no resuelve la incertidumbre económica en la que estamos inmersos. Por un lado, no favorece la flexibilidad interna de las empresas, ni incentiva la contratación de empleados por parte de las mismas, que son en última instancia las que general empleo. Y por último, no han apostado por una auténtica mejora y fortalecimiento de la red de intermediación que sea más eficaz y que ayude al desempleado a estar en esa situación el mínimo tiempo posible, utilizando la colaboración leal y transparente de los servicios públicos y privados de empleo, como sucede en toda Europa.
Es intolerable que, ante esta dramática situación, medidas de la Reforma Laboral como la mayor actuación de las ETTs, se trasladen hasta abril del año que viene. Si esto se mantiene, lo denunciaremos ante las instituciones europeas. Una vez más, y alejándonos de la realidad de los demás países desarrollados de nuestro entorno, no se apuesta por una intermediación público-privada que dote de mayores recursos a los desempleados y permita aumentar su empleabilidad. Las Agencias Privadas de Empleo han demostrado durante sus casi dos décadas de vida en nuestro país, que son un agente eficaz en la intermediación. Una prueba de ello es que durante el primer semestre de este año, los Servicios Públicos de Empleo sólo participaron en el 2,4% de las colocaciones, mientras que las ETTs lo hicieron en casi el 13%. Los resultados en España y la práctica en el resto de países europeos, pone de manifiesto que facilitar la gestión de las ETTs en la cadena de valor de los recursos humanos es sinónimo de éxito, que proporciona mayores facilidades a los desempleados y de forma completamente gratuita para ellos”.
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