RRHH Digital. El estudio realizado por la Fundación Secretariado Gitano en 2008 -cuando comenzó su actividad con la financiación y el apoyo del Ayuntamiento de la capital- situaba en un millar los integrantes de la etnia gitana en Zamora. Dos años más tarde y en plena crisis económica, el órgano ha detectado un fuerte incremento en la demanda de trabajo, con el escollo de la falta de formación generalizada entre los gitanos. De ahí que las madres apuesten ya por la educación para acceder al mercado laboral en el futuro, aunque ya hay ejemplos de jóvenes que cursan estudios superiores.
El siglo XXI y la crisis económica han traído aires de cambio en el colectivo gitano, que ven un serio peligro en el acceso de los jóvenes a una vida laboral tras el empobrecimiento de actividades como la venta ambulante y carecer, en la práctica totalidad, de formación para el empleo. El millar de gitanos de Zamora al que representa la Fundación Secretariado abordan el futuro próximo con una mentalidad distinta, que pasa por las aulas.
Actualmente, varios jóvenes de esta etnia accederán el próximo curso a la enseñanza superior gracias a este cambio de pensamiento, fundamentalmente impulsado por las madres gitanas. «Las madres están empujando para que los hijos se formen y tengan un empleo como todo el mundo», apunta Ana Belén Prada, coordinadora del Secretariado Gitano de Zamora, una delegación que lleva trabajando ya más de dos años en la capital por la integración con el apoyo económico y profesional del Ayuntamiento de Zamora.
Por otro lado, las ayudas se hacen imprescindibles para completar la apuesta por la educación en los centros reglados. A las becas del Ministerio se suman las subvenciones propias que la Fundación entrega para impulsar el camino de la Formación Profesional o de la universidad. De hecho, actualmente son varios los jóvenes que acaban de acceder a esta vía o que lo harán en el próximo curso, concretamente, al Bachillerato Superior de Artes, a un módulo superior y también a la universidad. En este último caso, la Fundación se compromete incluso al abono de la matrícula completa del estudiante.
«Las madres lo tienen claro y son el pilar del cambio», insiste la responsable de la delegación zamorana, situada en Requejo, 24. Con madres y padres trabaja una escuela específica impulsada por el Secretariado que tiene como objetivo «la concienciación del colectivo gitano sobre la importancia de la educación», añade Ana Belén Prada.
Cada vez más, este órgano percibe los efectos de la crisis económica en el millar de zamoranos de etnia gitana. «Todo el mundo sabe que el mercadillo ya no es lo que era», corrobora Noemí Salazar, mujer gitana que ejerce las labores de mediadora. De ahí que sean «cada vez más las personas que vienen en busca de un empleo, en lo que nosotros intentamos ayudarles», explica Salazar.
Sin embargo, esa búsqueda por diferentes vías es compleja, pues la mayor parte de los demandantes «carecen de cualquier tipo de formación», admiten. Por eso, buscan empleos en los que no es necesario ningún tipo de cualificación y, por lo tanto, compiten con un elevado número de trabajadores en paro. Y ahí está el dique, que se presume más fuerte a medida que pasan los años. Porque desde el Secretariado admiten que «cada vez nos visitan más personas y se nota mucho el efecto de la crisis económica».
En el terreno de la formación y de la educación, la Fundación lleva trabajando desde su inicio. De hecho, ofrecen apoyo extraescolar a una decena de niños durante el curso, impulsan la escuela de padres y madres y tienen representación en la Dirección Provincial, dentro de las comisiones de absentismo.
Además, el Secretariado Gitano viene de organizar el Encuentro de Jóvenes Estudiantes de Castilla y León, que reunió el pasado mes de mayo en La Alhóndiga a un centenar de personas para favorecer la «normalización educativa».
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