RRHH Digital. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, consideró hoy «algo exagerado» que el recorte del Ministerio de Fomento en la inversión pública vaya a suponer la pérdida de entre 100.000 empleos, como calculan los sindicatos, o de hasta 200.000 puestos de trabajo, según estima la CEOE.
El también secretario de Economía y Empleo del PSOE se amparó en el uso «intensivo» que la obra pública hace del capital tecnológico y reiteró que se trata de un recorte «necesario» en el camino de la consolidación de las cuentas públicas.
Por otro lado, Granado confirmó que el Gobierno se plantea «algunos cambios» normativos en las prestaciones por incapacidad temporal en aras de evitar su utilización «perversa», al tiempo que reconoció que las bajas de uno o dos días resultan «muy difíciles» de controlar.
«El Gobierno es consciente de que hay una parte de picaresca (en bajas de poca duración)», remarcó, para después instar a un cambio de cultura en España: «Somos el país donde la gente se coge la baja», afirmó en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press.
Sobre la propuesta de retrasar la edad legal de jubilación a los 67 años, a la que se han opuesto radicalmente los sindicatos, el secretario de Estado subrayó que es «evidente» que el aumento de la esperanza de vida implica trabajar más años. «No es razonable que vivamos 20 a 30 años sin tener ningún tipo de actividad», alegó.
En este sentido, defendió que los trabajadores podrán optar por una jubilación anticipada con una pensión baja o bien retirarse con más años para gozar de una prestación más elevada.
REFORMA DE PENSIONES PARA EL PRÓXIMO AÑO
Así pues, el responsable de la Seguridad Social confió en alcanzar un acuerdo entre los grupos parlamentarios para reformar el sistema de pensiones a finales del verano, si bien admitió que la negociación con los agentes sociales, sobre todo los sindicatos, «no va a ser fácil». «Para el año que viene tenemos que disponer de una regulación sobre pensiones que permita encarar los próximos 20 ó 30 años con la misma tranquilidad de anteriores reformas», insistió.
Preguntado sobre si el Gobierno estaría dispuesto a ceder ante las peticiones de la patronal y rebajar las cuotas que abonan los empresarios, Granado se mostró tajante, al considerar que reducir las cotizaciones sería un «disparate».
«Si tenemos que hacer frente a mayores gastos en el futuro, reducir las cotizaciones en el presente sería un disparate y sería un camino profundamente equivocado del que nos arrepentiríamos cuando tuviéramos que pagar lo que dejamos de pagar ahora», advirtió.
Por último, dijo sentirse satisfecho tras el bálsamo que han supuesto las pruebas de solvencia a la banca española, y descartó rectificaciones en la política económica del Gobierno. «No es momento de rectificaciones, sino de perseverancia», concluyó.
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