RRHH Digital. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, criticó el «escueto» y «tristemente familiar» plan laboral presentado esta semana por el bloque republicano de la Cámara de Representantes en respuesta a la entrada en vigor de la ley de reforma económica promulgada el pasado miércoles por la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, criticó el «escueto» y «tristemente familiar» plan laboral presentado esta semana por el bloque republicano de la Cámara de Representantes en respuesta a la entrada en vigor de la ley de reforma económica promulgada el pasado miércoles por la Casa Blanca.
En su discurso semanal, Obama lamentó que las líneas generales del plan republicano –que según el presidente no sólo eliminaría la reforma laboral existente, sino que revertiría las exenciones de impuestos a los pequeños y medianos empresarios– no sean más que una repetición de la doctrina económica que originó la crisis financiera actual, y un ejemplo «de las mismas ideas que nos metieron en este lío en un primer momento».
«Es un plan sorprendentemente escueto, y tristemente familiar», lamentó el presidente en respuesta al líder de la minoría republicana en la Cámara, John Boehner.
«Cancelaría las nuevas inversiones en energía limpia y los préstamos que están creando miles de nuevos empleos y cientos de nuevas empresas», aseguró el presidente, quien remachó que el plan republicano «conservaría los recortes de impuestos sobre los americanos más ricos; los mismos recortes que han añadido miles de millones a nuestra deuda».
Ideas que para Obama «no son nuevas» y, en su conjunto, «son las mismas políticas» que llevaron a Estados Unidos a la recesión. «Matarán trabajos, aumentarán el déficit en un billón de dólares, y nos harán dar un paso atrás cuando lo que necesitamos es seguir adelante», sentenció.
La mención explícita de Boehner puede ser interpretada como un movimiento de Obama de cara a las próximas elecciones legislativas del 2 de noviembre en las que los estadounidenses elegirán a los 435 representantes de la Cámara y 37 miembros del Senado.
La opinión pública sobre la respuesta de Obama a la crisis será esencial para determinar un resultado que anticipa sendas mayorías demócratas en ambas cámaras del Congreso, también predice un aumento de los escaños republicanos en Cámara de Representantes y Senado.
En este sentido, una encuesta divulgada ayer por CNN concedía al presidente estadounidense el apoyo de sólo un 42 por ciento de los estadounidenses, frente a un 53 por ciento que se declaraban en contra de su plan económico.
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