RRHH Digital. Ayer y hoy en Bruselas, Jesús Villar Rodríguez, secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO participará junto a la dirección de la EFFAT (Federación Europea de Sindicatos de la Alimentación, Agricultura y Turismo) organización de la que forma, en la Conferencia y el debate público sobre el futuro de la PAC, con el Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Ciolos, y representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo.
El debate se abrió ayer con la ponencia: “Forjando el futuro y escuchando a los ciudadanos” y la presentación de las conclusiones de las contribuciones públicas y las encuestas realizadas por el Eurobarometro sobre la percepción de los ciudadanos de la Política Agraria Comunitaria. En este debate, la Federación Agroalimentaria de CCOO, a través de la EFFAT a la que esta afiliada, presentará sus propuestas encaminadas a un cambio en el sistema de ayudas de la PAC en el cual el factor empleo sea un elemento condicionante para la percepción de las ayudas de la U.E.
Hasta la fecha, para la PAC y los sistemas de ayuda que de ella se han derivado en las políticas nacionales, solo han contemplado a los agricultores titulares de explotaciones y trabajadores por cuenta propia. Para ellos se han generado desde la PAC sistemas de prejubilación-retiro, ayudas al abandono, incluso ayuda desacopladas (que se mantienen durante años incluso habiendo cesado toda actividad agraria), mientras que los asalariados cuenta ajena de la Agricultura sufren uno de los mayores índices de eventualidad, precariedad y peores condiciones sociales y laborales de todo el mercado laboral europeo.
Para CCOO la función social de la Agricultura requiere incorporar a los asalariados, explicitar esta dualidad histórica, y procurar subsanar el agravio de que han sido objeto los agricultores por cuenta ajena. Los eventuales suponen todavía el 50% de los trabajadores agrarios en España, y el 75% en el caso de Andalucía. Los primeros son los que crecen en las empresas más competitivas y con mayor capacidad de innovación y exportación. Esta diferencia se acrecienta, confirmado un riesgo de fragmentación entre el propio colectivo de agricultores asalariados.
Por ello, la Federación Agroalimentaria de CCOO propone:
A) Modular las ayudas de la PAC no en función del número de hectáreas o del producto-cultivo, sino en función de la modernización, integracion vertical y particularmente sobre la Unidades de Trabajo y la estabilidad en las relaciones laborales. Un sistema de ayudas al empleo ESTABLE (no al producto agrario o al abandono de la agricultura) es un modo social de desacoplar ayudas. Al tiempo que las ayudas destinadas a estabilizar empleo son el mejor modo de compromiso, profesionalización y competitividad de la agricultura. Por ello CCOO propone que se considere la creacion de un Eje FEADER especifico para la estabilización de EMPLEO sea en las explotaciones o en estructuras de servicios. El referente del contrato de Fijos Discontinuos es un buen referente para ello, contrato que se adapta a las necesidades productivas del sector agroalimentario ya que ofrece flexiblidad interna para las empresas y estabilidad para los trabajadores.
B) Para las agriculturas más marginales (no competitivas en mercado, muy dependientes de ayudas) y la agricultura extensiva, ecologica o artesanal debe tener ayudas desacopladas enfocadas a las inversiones y a la diversificación de rentas, orientandose explicitamente hacia los mercados ecologicos y locales (valor añadido, valor artesano).
C) Es preciso incentivar la transparencia ante el consumidor de las condiciones ambientales y laborales a lo largo de la cadena agroalimentaria. Entendemos que es preciso emplear el concepto de trazabilidad no solo como garantía de seguridad alimentaria, sino como un factor de mayor transparencia ante el consumidor final del modo de producción.
CCOO espera que el debate público sobre la PAC consolide como una verdadera política común y se impregne para el futuro con un fuerte contenido social y vinculado al empleo estable y de calidad que tenga en cuenta la realidad de más de 2,8 millones de asalariados cuenta ajena existentes en la Unión Europea.
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