RRHH Digital. El senior advisor de PriceWaterhouseCoopers (PwC) y ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, comparó hoy la aspiración «constante» de reformar el mercado de trabajo con la histórica de ganar el Mundial, al lamentar la «insatisfacción» existente pese a las tres grandes reformas acometidas.
«Debemos conformarnos (con la reforma laboral en trámite), porque no hay solución perfecta», proclamó el ex ministro socialista en la inauguración de unas jornadas sobre reforma laboral organizadas por PwC, al tiempo que confió en que el decreto aprobado por el Gobierno se vea mejorado tras su paso por el Parlamento: «Estoy seguro de que el resultado de la reforma laboral será mejor que el texto que ha entrado en el Parlamento», remarcó.
Ante la presión «adicional» de los mercados para que España acometa reformas estructurales, Sevilla vinculó la transformación del mercado laboral al relanzamiento del crecimiento económico. «La reforma laboral era necesaria para hacer una señal de que España no renuncia a hacer cambios, no sólo para apretarse el cinturón, si no también para crecer», explicó el senior advisor de PwC.
Así pues, Sevilla justificó la reforma laboral para favorecer la creación de empleo una vez se consolide la recuperación, con el fin de generar más puestos de trabajo y de mejor calidad. «Si queremos que un nuevo ciclo de crisis no tengamos cuatro millones de parados, tendremos que modificar la manera en la que se interactúa y eliminar el binomio empleado y con horas extras o desempleado», esgrimió.
En este sentido, abogó por «hacer más atractiva» la contratación indefinida, lo que identificó como el «objetivo» de la reforma, y rehuyó de focalizar el debate sólo en el coste del despido. «El coste del despido es sólo uno de los elementos para hacer el contrato indefinido más atractivo», sentenció, para después alertar sobre los riesgos de cerrar la contratación temporal cuando la crisis aún no se ha superado. «Con más de cuatro millones de desempleados, es mejor estar trabajando de manera temporal que no hacerlo», advirtió.
REPROCHE A SINDICATOS
Sobre la extensión del contrato de fomento del empleo indefinido, con una indemnización por despido de 33 días frente a la de 45 días del contrato ordinario, el ex ministro durante la primera legislatura de Zapatero cuestionó la aversión de los sindicatos a esta medida. «¿Por qué los sindicatos no aceptan ahora generalizar un despido que sí aceptaron para algunos colectivos en la reforma de 1997?», inquirió.
Sevilla lamentó que tras dos años de negociaciones el diálogo social culminara en fracaso, puesto que consideró que una reforma laboral consensuada entre los agentes sociales es «mucho más eficaz», si bien quiso dejar claro que no supone un veto para su aprobación vía decreto o como proyecto de ley.
Por último, el que fuera titular del Ministerio de Administraciones Públicas volvió a urgir la creación de una agencia de evaluación de las políticas de gasto público tendente a evitar el despilfarro. «Hay muchas subvenciones a los contratos indefinidos que no sirven para nada», subrayó, por lo que instó a suprimir aquéllas «ineficientes».
Los comentarios están cerrados.