RRHH Digital. El presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, Salvador del Rey, alertó ayer de que la reforma laboral puede provocar que en 2015 el nivel de temporalidad sea muy elevado.
Del Rey explicó que los efectos de la aplicación del contrato temporal incluido en la reforma no se verán hasta dentro de cuatro o cinco años, pero vaticinó que el nivel de temporalidad «será importante», durante un encuentro con la prensa en el que se analizó el contenido del Real Decreto 10/2010 convalidado ayer por el Congreso.
En este sentido, Del Rey explicó que la propuesta del Gobierno amplía de forma «indefinida» la posibilidad de encadenar contratos y consideró que se debería limitar la temporalidad en su aprobación definitiva.
Respecto a los contratos indefinidos, el abogado consideró que la propuesta del Gobierno ha desembocado en un contrato «ordinario» con 33 días de indemnización por despido por causas objetivas de la empresa.
Además, Del Rey consideró que la aplicación del contrato de Fomento del Empleo puede ser limitado si se tienen en cuenta los 500.000 desempleados del sector de la construcción que son mayores de 35 años y que necesitan un proceso de reciclaje hacia otros sectores.
El presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas se mostró contrario a que la redacción definitiva del Real Decreto incluya un listado que defina las causas económicas por las que una empresa podrá despedir a sus trabajadores con 20 días de indemnización.
Al respecto, Del Rey explicó que las causas económicas no se pueden concretar, porque «siempre habrá algunas que queden fuera». Sin embargo, defendió el control judicial sobre los despidos y explicó que, de esta manera, los jueces podrán decidir más fácilmente aplicando la doctrina establecida por el Tribunal Supremo.
MÁS FÁCIL DESPEDIR QUE FLEXIBILIZAR
Por otro lado, Del Rey criticó que la «cuestión fundamental» de la reforma laboral no era el coste del despido sino proporcionar los mecanismos necesarios para aplicar la flexibilidad interna de las empresas, cuyo «núcleo duro no se ha tocado».
En este sentido, Del Rey destacó que la estructura jurídica de la reforma laboral «hace más fácil despedir que modificar la jornada de los trabajadores» y señaló que el principal problema está en que no se ha modificado la incapacidad actual de los convenios colectivos de descolgarse de los convenios supraempresariales.
Por su parte, el director del Instituto Internacional Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, Fernando Moreno, recordó que la «incógnita» sobre la negociación de los convenio colectivos está en si los interlocutores sociales serán capaces de alcanzar un acuerdo antes del 9 de agosto, fecha límite fijada por ellos mismos.
Además, Moreno apuntó que la propuesta de reforma laboral del Gobierno ha dejado pendientes asuntos como la lucha contra el absentismo laboral y las políticas activas en formación y educación.
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