RRHH Digital. El 2,2% de los más de 210 millones de desempleados que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hay actualmente en el mundo están en España, cuya tasa de paro (20%) triplica la media mundial, situada aproximadamente en el 6,5%.
En total, a cierre del primer trimestre del año, el número de desempleados en España superaba los 4,6 millones de personas, de los que más de 2,5 millones eran hombres y el resto, mujeres.
A pesar de la aparición de ciertos signos de recuperación económica, la OIT no aprecia ningún síntoma de que esté disminuyendo el paro, que alcanza ya la cifra récord de más de 210 millones de desempleados en todo el mundo.
Precisamente, y en vísperas de la Cumbre del G-20, la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) ha hecho un llamamiento durante su reunión anual de 2010 para que se sitúe el empleo y la protección social en centro de las políticas de la recuperación económica.
Los representantes de los gobiernos, empleadores y trabajadores de los 183 Estados miembros de la OIT mostraron en esta Conferencia su preocupación por que la recuperación de la economía mundial sigue siendo «frágil» y en muchos mercados laborales la recuperación del empleo no está yendo al mismo tiempo que la económica.
«Debemos adoptar de manera urgente políticas que pongan al empleo en el centro de las políticas económicas», afirmó Shigeru Nakajima, representante de los trabajadores de Japón en la Conferencia Internacional del Trabajo.
Los delegados asistentes a esta Conferencia pidieron además la adopción de acciones para poner en práctica el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT, adoptado en un cumbre especial sobre la crisis realizada durante la Conferencia Internacional del Trabajo del año pasado.
En la Conferencia de este año, los delegados también lanzaron la advertencia de que las medidas de reducción del déficit anunciadas recientemente, especialmente las que apuntan a recortar el gasto social, podrían «afectar de manera directa el trabajo y los salarios» en momentos en que persiste una débil recuperación económica y un alto nivel de desempleo.
Asimismo, tanto los delegados de gobiernos como de empleadores y trabajadores señalaron que la continua falta de una recuperación del empleo supone un «peso enorme» para los desempleados, al tiempo que socava los esfuerzos para crear «un ambiente adecuado para que las empresas generen empleo».
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