RRHH Digital. A perro flaco todo son pulgas, deben pensar los franceses. La Copa Mundial de la FIFA, que este año se celebra en Sudáfrica, ha dado pie a un echo poco habitual en el mundo del fútbol, una huelga. Exactamente, es un acto reinvindicativo de los jugadores de la selección gala por no estar de acuerdo ni con el entrenador Raymond Domenech ni con la actitud tomada hacia un compañero. El caso al que se hace referencia es la expulsión de la concentración de Nicolás Anelka por faltar al respeto al entrenador.
Normalmente no existe rebelión laboral en el mundo del fútbol, pero cuándo sucede tiene más repercusión que cualquier ERE. En fin, para lo bueno y lo malo, el fútbol es diferente.
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