RRHH Digital. La principal conclusión del Consejo Europeo celebrado el 17 de junio es la ratificación de las políticas de ajuste decididas por los Gobiernos de la UE lo que implica un cambio radical en las orientaciones de la Cumbre del Consejo de 2009 y de las conclusiones de las reuniones del G-20 hasta la fecha. CCOO lamenta esta ratificación que tiene efectos tan negativos para el crecimiento económico y el empleo en un momento en el que la recuperación de la economía y del empleo no ha llegado a Europa. Los planes de austeridad aprobados por los Gobierno europeos junto con las reformas laborales o de los sistemas de protección social abordadas en muchos países, suponen una grave erosión del Modelo Social Europeo y de los sistemas de protección social y tiene como consecuencia la disminución de los derechos de los trabajadores.
El Consejo decidió el establecimiento de una tasa a los bancos que servirá para la creación de un fondo para costear las futuras crisis financieras. Esta medida, junto con la incorporación de una posible tasa que grave las transacciones financieras, se van a presentar a la Cumbre del G-20 que se celebrará en Toronto los días 23 y 24. En todo caso, la introducción de la tasa sobre las transacciones financieras, no parece fácil, especialmente a la vista de las reacciones de la banca europea y la negativa de la República Checa a su implantación. En todo caso siguen sin crearse las herramientas fundamentales para que los gobiernos puedan actuar contra los especuladores en el mercado de la deuda, especialmente la prohibición de operaciones bajistas o al descubierto y la creación de una agencia de calificación de riesgos europea, pública e independiente. Estas medidas evitarían, entre otras cosas, el ataque de los especuladores que han colocado la deuda pública española a un tipo de interés entorno al 5%, nivel que tenía la deuda griega en diciembre de 2009. Si se une el hecho de que la deuda pública de España es todavía cerca de 20 puntos porcentuales inferior a la media de la UE y las recientes informaciones de que los principales bancos españoles ocupan los mejores lugares de solvencia en el “test de stress” realizado en los 25 primeros bancos de Europa, no queda la menor duda de que los problemas de la deuda española que han provocado nuestro plan de ajuste, son debidos a la acción de los especuladores.
Las propuestas sobre tasaciones a bancos y transacciones financieras aun siendo positivas, debemos tomarlas con escepticismo, a la vista del incumplimiento de las conclusiones del G-20, primero sobre regulación financiera, y ahora, clamorosamente, en todo lo que fueros los objetivos y orientaciones en materia de políticas de empleo.
En relación a la nueva Estrategia 2020 hay que decir que no deja de ser una mera declaración de principios ya que la consecución de sus objetivos está totalmente condicionada por los planes de ajuste que imponen medidas que dificultan la creación de empleo y el crecimiento económico.
En este contexto la respuesta sindical a nivel europeo es imprescindible, por ello la convocatoria de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) de una Jornada de Acción Europea que se celebrará el 29 de septiembre, debe ser la más contundente que se haya realizado hasta ahora en Europa y en ella deberán converger las procesos de movilización general que ya se están produciendo en numerosos países europeos. En España los sindicatos CCOO y UGT hemos convocado una Huelga General.
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