RRHH Digital. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, defendió este viernes la propuesta del Gobierno, aunque reconoció que «una reforma laboral por sí sola no crea empleo», pero «si está bien orientada lo que puede evitar es que se destruya».
En una entrevista en Antena 3 recogida por Servimedia, el ministro defendió la propuesta del Gobierno, y aseguró que es «la reforma para la salida de la crisis, pero no para frenar los efectos de la crisis».
Además, insistió en que no se abarata el despido, sino que el Fogasa asume parte del coste del mismo. Además, quiso dejar claro que los cambios introducidos no afectarán a los contratos que ya están vigentes, y que será sólo para los nuevos.
El ministro insistió en que será el juez el que determine si las causas alegadas por el empresario se cumplen o no y el que resolverá, por tanto, la procedencia (20 días de indemnización) o improcedencia del despido (los jueces suelen fijar la indemnización a 45 días en estos casos).
«El juez es el que tiene que determinar las causas ahora y antes de la reforma. Tiene que ver si concurren todas las circunstancias que el empresario alega para ver si el despido es objetivo», explicó Corbacho al ser preguntado por si un único balance económico negativo de la empresa serviría para acogerse a este despido.
Corbacho también insistió en que la reforma laboral, que hoy entra en vigor, «no abarata en absoluto el despido» pues se mantienen las mismas indemnizaciones de siempre (45 días en los contratos indefinidos ordinarios, 33 días en los contratos de fomento del empleo estable y 20 días en los despidos objetivos).
Relevos en el Gobierno
Sobre las voces que reclaman cambios en el Ejecutivo y que apuntan, entre otras, a su cartera, Corbacho aseguró que eso «no forma parte de mi preocupación» y dependerá de lo que el presidente del Gobierno decida.
El titular de Trabajo defendió que todos los miembros del Gobierno «estamos trabajando con plena intensidad y en ningún momento tengo la sensación de que ninguno esté viviendo una situación de provisionalidad».
Los cambios en el gabinete «no está en nuestras agendas», comentó, pero «siempre en un Gobierno es el presidente quien marca la hoja de ruta; evidentemente es el presidente el que debe decidir», pero él dice que «se siente cómodo» con el gabinete que preside.
En todo caso, comentó que cuando Rodríguez Zapatero le llamó para ser ministro «tardé 30 minutos en hacer la maleta para venir a Madrid». Ahora, con «15 minutos» asegura que le sobra para volver a hacerla y regresar a Hospitalet.
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