Recursos Humanos Digital. España quiere ser el primer país del mundo, de los que han firmado la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en someter su legislación al examen de Naciones Unidas, que evaluará los progresos hechos por cada Estado en materia de discapacidad y las asignaturas en las que aún necesitan mejorar.
Así lo indicó este sábado el director general de Coordinación de Políticas Sectoriales sobre Discapacidad, Jaime Alejandre, en la inauguración del VI Encuentro de Fundaciones Tutelares, que se celebra este fin de semana en Madrid organizado por la Asociación Española de Fundaciones Tutelares con la colaboración de la Fundación ONCE.
Alejandre explicó a Servimedia que la Convención de la ONU sobre Discapacidad y su protocolo señalan que los países firmantes deben presentar un informe sobre sus avances y necesidades legislativas en cuanto a discapacidad y, posteriormente, someterse a un examen para ver el grado de cumplimiento de sus objetivos.
Según dijo este representante del Ministerio de Sanidad y Política Social, España ha sido el primer país del mundo en pedir voluntariamente este examen y figura, de momento, como el Estado en el primer lugar de la agenda de Naciones Unidas para pasarlo, el próximo mes de febrero.
LABOR DE LAS FUNDACIONES
El director de Políticas de Discapacidad intervino en la inauguración de esta jornada junto a Alberto Durán, vicepresidente primero ejecutivo de la Fundación ONCE; Paulino Azúa, director de la Confederación Española de Organizaciones en Favor de Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps), y Luis Perales, presidente de la Asociación Española de Fundaciones Tutelares.
Todos ellos coincidieron en elogiar la «importante» labor de los profesionales y voluntarios de las fundaciones tutelares, que nacieron con el propósito de tutelar a personas incapacitadas judicialmente que no tienen familia o que, teniéndola, no pueden asumir esta misión.
La suya, dijo Durán, es «una causa noble, cargada de optimismo, que demuestra que avanzamos» y que pone de manifiesto lo difícil que resultaría que otras personas desempeñaran el trabajo de las fundaciones tutelares con «tanta eficacia y cariño» como lo hacen ellas.
Por su parte, Azúa puso de manifiesto el «momento complejo» por el que están pasando actualmente las fundaciones tutelares, que se encuentran en medio de un proceso de desarrollo de leyes, como la de la dependencia, que nacieron en un momento de bonanza y que han de aplicarse en tiempos de crisis.
En su opinión, las fundaciones tutelares deberían trabajar para conseguir más apoyos institucionales y ciudadanos.
La Asociación Española de Fundaciones Tutelares está formada a día de hoy por un total de 25 agrupaciones y atiende, a través de 437 delegados, 1.614 tutelas, según detalló su presidente, quien aseguró que estas cifras no crecerán demasiado, porque la filosofía de la organización es hacerse cargo sólo de las tutelas de las personas que realmente no cuenten con el apoyo de familiares o amigos cercanos.
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