RRHH Digital. Los jóvenes absorben la mayor parte de la destrucción de empleo producida desde el inicio de la crisis. Esta es una de la principales conclusiones de la 36ª edición del Índice Laboral Manpower “El mercado de trabajo en los primeros meses de 2010 y los problemas del empleo juvenil”, presentado hoy por el profesor Dr. Josep Oliver, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona. Esta edición del estudio continúa con el análisis de la evolución del mercado de trabajo en los dos últimos semestres (octubre 2009 – marzo 2010) e incluye un monográfico en el que se analiza el mercado laboral de los jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 29 años, desde1978 hasta el primer trimestre de 2010.
Aumento del paro juvenil en la crisis actual
Los jóvenes parados de 16 a 29 años han aumentado en 841.000 personas desde el inicio de la crisis (entre el tercer trimestre de 2007 y el primero de 2010), como consecuencia de la intensa destrucción de empleo experimentada en este periodo. Este aumento sitúa el paro juvenil en casi 1,6 millones de personas a finales de marzo de 2010, prácticamente el doble que al inicio de la crisis (en el tercer trimestre de 2007).
El fuerte avance del desempleo juvenil a partir de 2007 debe inscribirse en la dinámica laboral observada en los años de intensa expansión, que lo redujeron a valores mínimos históricos. En efecto, tras un período de importantes descensos entre 1996 y 2001, el paro juvenil se estabilizó alrededor de 1,4 millones. Desde ese momento hasta el estallido de la crisis, su reducción fue especialmente intensa hasta alcanzar el valor de 871.000 como media anual en 2007. A partir de este momento, el aumento ha sido continuado, de forma que, en 2008 (promedio de los cuatro trimestres), el desempleo juvenil se situaba cercano a los 1,02 millones y, en el primer trimestre de 2010, alcanzó una cifra superior a los 1,5 millones.
A nivel porcentual, la tasa de paro juvenil al final del primer trimestre de 2010 alcanzaba el 31,8%, duplicando prácticamente la de la población de entre 30 a 64 años (del 16,9%). No obstante, pese a ser muy elevada, dicha tasa se encuentra lejos todavía de los valores cercanos al 40%, de los años 1984 y 1994.
Por otro lado, el cambio demográfico que ha experimentado nuestro país en los últimos años también juega un papel clave a la hora de explicar las cifras de desempleo actuales. De hecho, desde el inicio de la crisis, se ha producido una reducción de activos jóvenes de 732.000 que ha evitado una cifra de paro más elevada.
Si se realiza el análisis del empleo por sexos, puede concluirse que durante la crisis se ha producido una caída del empleo juvenil, tanto en mujeres como en hombres, aunque especialmente intensa en estos últimos. Mientras que los hombres de 16 a 29 años han reducido su ocupación en un -37,7 %, los de 30 a 64 años lo han hecho un -8,5%, y por su parte el colectivo femenino joven la ha reducido un – 24,2% frente al 3,9% de las más mayores.
Analizando el paro juvenil por origen, se constata que el paro afecta más a los nativos (33,3%) que a los inmigrantes (25,5%). Así pues, la mayor concentración de empleo nativo en los jóvenes aparece, en el periodo de crisis, como un factor de debilidad para este colectivo.
El pulso de la crisis, la evolución del mercado de trabajo en el último semestre
Si analizamos la evolución del mercado laboral para todos los grupos de edad en el último semestre (octubre 2009 – marzo 2010), las conclusiones del Índice Laboral Manpower constatan un menor impacto del desempleo para inmigrantes y mujeres en el último semestre.
El desempleo de los no nacidos en España aumentó a una tasa interanual del 9,0% en el primer trimestre de 2010, muy por debajo del 17,6% de los nativos. De esta forma se logra una estabilización del peso de los inmigrantes en el paro, un colectivo que había sufrido considerablemente el aumento del desempleo durante los dos peores trimestres de la crisis (el
último de 2008 y el primero de 2009).
En cuanto a diferencias por sexos, continuando con la tendencia detectada el semestre anterior, se ha producido un mayor aumento en el paro en hombres que en mujeres, si bien las diferencias se han reducido ligeramente. De los 291.000 nuevos parados del primer trimestre de 2010, 125.000 eran mujeres (un 43,1%) mientras que los 166.000 restantes correspondían al segmento masculino.
Se recupera la población activa en el primer trimestre de 2010
Junto al cambio en el empleo, la otra variable que define la situación actual del paro es la actividad económica de la población. Tras un dato negativo en el último trimestre de 2009, en el primer trimestre de 2010 se apunta a una ligera recuperación de la población activa.
Por sexos, destaca la aceleración de incorporaciones femeninas al mercado de trabajo (con 117.000 nuevas activas en el último semestre) mientras que la población masculina continúa retrocediendo (104.000 activos menos en el último semestre). Por origen, la inmigración aporta nuevos activos (14.000 nuevos activos) y los nativos prácticamente no avanzan (-1.000).
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