Recursos Humanos Digital. Los ‘100 economistas’ coinciden con el Gobierno en que es necesario reducir la dualidad entre los contratos indefinidos y los temporales, pero consideran que una refoma «decidida» tiene que ir más allá de la extensión del contrato de fomento del empleo y crear una nueva figura contractual con un indemnización por despido creciente, además de reformar la negociación colectiva.
En su último manifiesto, el grupo de economistas expresa su temor por que se pierda la oportunidad de hacer una reforma laboral que permita «de una vez» mejorar el funcionamiento del mercado laboral. «Es esencial evitar la tentación de hacer otra vez más una reforma parcial, que defraude las expectativas y malgaste la oportunidad de adaptar nuestra regulación al nuevo contexto socioeconómico», indican.
En este sentido, apuestan por una reforma «decidida», que modifique el sistema de contratos y la regulación de la negociación colectiva, al tiempo que eleve la eficacia de las políticas activas de empleo, especialmente en el actual contexto de restricciones presupuestarias.
El primer choque de los economistas con el Gobierno se centra en la forma de reducir la dualidad del mercado de trabajo. El Ejecutivo apuesta por la extensión del contrato de fomento del empleo, con indemnización de 33 días por año, algo que los expertos estiman poco eficaz. «No obstante, si se optara por esta vía, no bastaría con redefinir los grupos de trabajadores a los que es aplicable», añaden.
Además, consideran que dada la «delicada situación» presupuestaria, la reforma debe utilizar con «precaución extrema» el recurso a los fondos públicos para facilitar su implantación. En este sentido, apuntan que la idea del Gobierno de usar los recursos del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para reducir el coste del despido a las empresas es una vía «costosa» y «potencialmente ineficaz».
Por otro lado, plantean que debe garantizarse además «que los despidos por causas objetivas se conviertan en la norma en las rescisiones de contratos, introduciendo una nueva definición de las causas del despido objetivo más clara, que no genere incertidumbre», algo que podría plantear el Gobierno.
Del mismo modo, el grupo de economistas ve con buenos ojos que se reduzca la indemnización por despido disciplinario improcedente –45 días por año– igualándola a la que en la actualidad establece el contrato de fomento para el despido objetivo improcedente –33 días—. «De lo contratio, existe el riesgo de que esta reforma quede desvirtuada en la práctica», añaden.
CONTRATO ÚNICO CON INDEMNIZACIÓN PROGRESIVA
En cualquier caso, los ‘100 economistas’ consideran que una reforma laboral efectiva pasa por la implantación de un contrato único con indemnización por despido creciente con la antigüedad, que permitiría a los trabajadores tener un contrado indefinido desde el principio.
«Al tener indemnizaciones reducidas al principio, este contrato no perjudicaría a los sectores con puestos de trabajo más estacionales y de menor duración, y a la vez generaría una mayor estabilidad laboral a medida que aumentase la duración del empleo», señalan.
Por otro lado, los expertos consideran «absolutamente necesaria» una nueva regulación de la negociación colectiva, de forma que los convenios de ámbito superior a la empresa dejen de limitar las posibilidades de reorganización del trabajo en las mismas.
Además, apuestan por mejorar la eficacia de las políticas activas de empleo, concretamente, por que la percepción de las prestaciones por desempleo se vincule estrechamente a la participación en políticas activas de reinserción y formación.
Entre los promotores del manifiesto se encuentran, Javier Andrés (Universidad de Valencia), Samuel Bentolila (CEMFI), Antonio Cabrales (Universidad Carlos III), Sara de la Rica (Universidad del País Vasco), Juan José Dolado (Universidad Carlos III) o Florentino Felgueroso (Universidad de Oviedo).
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