Recursos Humanos Digital. El portavoz de CiU en el Congreso, Joan Antoni Duran, auguró hoy que la huelga de la función pública convocada para mañana por los sindicatos en protesta por los recortes salariales decididos por el Gobierno «no servirá de nada».
«Yo no la haría, pero entiendo que la puedan hacer y acepto el derecho constitucional a celebrarla», afirmó en declaraciones a TV3 recogidas por Europa Press, tras culpar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de haber alcanzado esta situación.
Para Duran, Zapatero no ha tratado bien a los funcionarios al subirles primero el sueldo y ahora aplicándoles un importante recorte. Sin embargo, añadió, es Europa quien dicta la política económica de España y no el presidente del Gobierno.
En los dos últimos años, el portavoz de CiU en el Congreso criticó que Zapatero no haya querido abordar la reforma laboral que le reclamaba, y recordó que tampoco lo quiso hacer Aznar. «Aunque no es la varita mágica, será un símbolo de confianza de que el Gobierno está dispuesto a hacer las cosas que hay que hacer para salir de la crisis», concluyó.
Por ello, mostró su disposición a apoyar la reforma laboral que tire adelante el Gobierno con dos condiciones: que su contenido no sea un «simple maquillaje» y –reiteró– siempre que no se entere por la prensa.
Admitió que ha tenido contactos con Zapatero sobre esta cuestión, aunque dejó claro que son preliminares. El grupo de CiU en el Congreso también ha hablado con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
Si se cumplen dichas condiciones, Duran aseguró estar «dispuesto» a apoyar la reforma laboral por coherencia y dada la delicada situación de la economía española, y no para salvar al Gobierno.
SIN «MIEDO» A UNA HUELGA GENERAL
A su juicio, Zapatero y cualquier político no deben tener «miedo» a que le monten una huelga general, tras constatar que también la sufrieron los ex presidentes Felipe González y José María Aznar. Y es que, añadió, los sindicatos tienen todo el derecho a organizar huelgas que consideren oportunas.
Animó así al presidente del Gobierno a sacar adelante una reforma laboral que, en su opinión, no debe servir para despedir a más personas sino para acabar «con la actual dualidad contractual», para dejar claro los derechos adquiridos que no se deben tocar y para crear un nuevo tipo de contrato con una indemnización más barata.
Al preguntársele si confía que la reunión prevista para el miércoles entre el Gobierno y los agentes tendrá éxito, opinó que no, por lo que el Gobierno debe llevar igualmente la reforma al Congreso.
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