Recursos Humanos Digital. El presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, advirtió hoy de que si se convoca una huelga general, España se verá «perjudicada» en los mercados internacionales y el país quedará «colapsado». «Este país no está para huelgas generales», sentenció.
Bárcenas, en declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press, subrayó que esta situación «al final la acaban pagando los empresarios», pues aunque descuentan de la nómina de los huelguistas el importe correspondiente a un día de trabajo, sufren otros efectos desfavorables, como problemas de abastecimiento. «Cualquier empresa, a partir del día de la huelga, se queda como siete u ocho días con problemas de aprovisionamiento», explicó.
Pese a mostrarse contrario a la huelga, el presidente de los pequeños y medianos empresarios dijo entender la postura de los sindicatos de ir a una movilización general en caso de que la reforma laboral lesione derechos de los trabajadores. «Pero eso no significa que lo comparta», precisó.
Preguntado por si la reforma laboral que está planteando el Gobierno se inclina más del lado empresarial que sindical, Bárcenas señaló que «no es que el Ejecutivo esté a favor de las tesis de la patronal», sino que son las tesis de los empresarios las que están predominando y demandando organismos como el FMI, la UE, la OCDE o el Banco de España.
Todos ellos, dijo, han pedido una reforma laboral «de calado y no cuatro renglones» porque eso es lo que necesita el país. Aun así, Bárcenas reconoció que la reforma laboral no creará empleo «al día siguiente», pero consideró conveniente hacerla para cuando España empiece a despegar.
El presidente de Cepyme afirmó que su organización y la CEOE van «en la misma dirección» en lo que respecta a la reforma laboral. Otra cosa, matizó, es que «moralmente» el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, pueda estar sentado en la mesa de negociación con todo lo que está pasando con sus empresas.
En este sentido, recordó que los órganos de dirección de la CEOE han decidido que Díaz Ferrán siga hasta que termine la etapa del diálogo social, pues ya hay muchas voces discordantes, no sólo la suya, que piden su dimisión.
DÍAZ FERRÁN QUIERE ‘QUITARLE DE EN MEDIO’
Bárcenas, por su parte, se enfrenta a la reelección para presidir Cepyme el próximo 15 de junio, pero le ha salido un candidato, Jesús Terciado, del que se dice que es el candidato de Díaz Ferrán. La maniobra, según Bárcenas, es quitarle de en medio y poner en su lugar a una persona «más sumisa», que haga de la Cepyme una organización «callada y silenciosa», al servicio de quien representa «un lobby de grandes empresas».
«Nosotros tenemos claro que tenemos que estar dentro de la CEOE, pero con nuestra propia voz. Esperemos que los empresarios tengan claro si votar a Díaz Ferrán, con lo que representa, o a los que hemos trabajado durante ocho años», apuntó.
Preguntado por si haría falta anticipar elecciones generales en España, Bárcenas reconoció que el Gobierno ha generado «bastante desconfianza» con tanto anuncio y rectificación posterior y opinó que, una vez asumidas las reformas que quedan por hacer, el Ejecutivo debería plantearse adelantar las elecciones, pero a su debido tiempo.
Por otro lado, el presidente de Cepyme subrayó que el principal escollo que siguen teniendo las empresas es la financiación, no sólo en lo concerniente al acceso al crédito, también en los pagos de las administraciones públicas y otras empresas, como las grandes, que están tardando una media de 270 días en pagar sus deudas.
SINDICATOS PIDEN NO FIAR TODO A LA REFORMA LABORAL.
Precisamente, los secretarios de Acción Sindical de CC.OO. y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, advirtieron hoy de que la reforma del sistema financiero y el acceso al crédito son más importantes para crear empleo que la reforma laboral.
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Górriz y Ferrer insistieron en que la creación de empleo no puede «fiarse» a la reforma laboral. «Si no se reforma el sistema financiero y hay crédito, si no se cambia el modelo productivo, no se generará empleo, las reformas laborales acompañan, pero no crean empleo», subrayó el representante de CC.OO.
Ferrer, por su parte, avisó de que la reforma laboral «ya se ha definido» y se ha hecho desde fuera, pues han sido organismos como el FMI o Bruselas quienes han demandado una reforma «radical y profunda», que reducen meramente al coste del despido.
Los dirigentes sindicales también se refirieron al plan antidéficit del Gobierno, que calificaron de «injusto y antieconómico», y lamentaron que el Ejecutivo socialista se haya plegado a los dictados de las instituciones internacionales. «Nosotros somos los primeros interesados en reducir el déficit, pero no así (…). Se corrió a salvar al sistema financiero y se está abandonando a la sociedad a su suerte, los procesos de consolidación fiscal son a costa de los ciudadanos», criticó Ferrer.
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