RRHH Digital. A mediados del próximo mes de junio, los estudiantes de segundo de bachillerato de nuestro país se enfrentarán a una de las pruebas más temidas que les permitirá el acceso a la universidad y a la carrera deseada: la Selectividad. Debido a la reforma del Espacio Europeo de Educación Superior, la Selectividad este año incorporará nuevos cambios, entre los que destacan una mayor importancia de los idiomas.
La nueva prueba de acceso a la universidad se divide en dos fases, ajustándose más a la posterior carrera profesional que elegirá el alumno. De este modo, se realizará una primera prueba general que consta de cuatro exámenes sobre las asignaturas troncales (cinco en el caso de las comunidades autónomas con otra lengua oficial además del español), y una segunda fase específica, donde el alumno se examina de las materias de modalidad escogidas por él mismo y adaptadas a la carrera que estudiará.
La Selectividad de este año amplía el abanico de posibles asignaturas que el alumno puede elegir para examinarse, no sólo en idiomas donde antes sólo existían dos opciones (inglés o francés) y ahora se pasa a cinco (inglés, francés, italiano, alemán o portugués), sino también en las asignaturas de modalidad. Parece ser que el tema más controvertido es el que se refiere a la prueba de lengua extranjera ya que a partir de esta convocatoria tiene como finalidad valorar la comprensión oral, lectora y escrita.
Desde la sección de IELTS de British Council han recogido una serie de puntos para aconsejar y ayudar al alumno a superar con éxito el reto del inglés:
- Participar lo máximo posible durante los cursos de secundaria y bachiller en los programas y becas de intercambio a otros países de habla inglesa. Esta es la mejor forma de aprender y familiarizarse con el idioma, a la vez que ayuda al estudiante a desarrollar sus habilidades comunicativas para sobrevivir en una cultura distinta.
- Prepararse con pruebas similares a las que encontrarán el día del examen. De esta forma, los alumnos van adquiriendo destreza en ese idioma y en la estructura de la prueba.
- Llevar un aprendizaje continuo con el fin de ir utilizando y aplicando los conocimientos aprendidos. En este sentido, es fundamental ser constante y practicar a través de la asistencia periódica a clase, participar activamente, aprovechar para hablar inglés en cualquier momento, hacer los deberes, estudiar el vocabulario poco a poco, etc.
- Evitar determinadas pronunciaciones al estilo español, como por ejemplo pronunciar las palabras tal como se escriben. Es fundamental acostumbrar el oído a los nuevos sonidos que tantos problemas causan a los estudiantes a la hora de comprender y comunicarse.
- El punto básico para aprender un idioma es aplicar lo aprendido en situaciones reales, practicar hablando o escribiendo simulando contextos del día a día, como por ejemplo redactar e-mails, escuchar música en inglés, ver películas en versión original, etc.
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