RRHH Digital. La Formación de Directivos tiene una gran literatura empresarial. No hay gurú que se precie que no haya aportado su visión sobre el papel del directivo o del líder en nuestras empresas y organizaciones. Aunque con visiones distintas sobre el tema de dirección empresarial o liderazgo, todos los gurús coinciden en la necesidad de su formación para no caer en la obsolescencia. Un directivo obsoleto está condenado a la ineficiencia; muy pronto dejará de aportar valor a la empresa desde su posición privilegiada. O tal vez se vea abocado incluso a la salida de la empresa.
Sin embargo, junto al caudal de directivos que desean continuar formándose, la gran mayoría, los hay también que esquivan de una u otra forma su enriquecimiento personal a través de la formación. Más o menos solapadamente aducen excusas tales como la falta de tiempo disponible o, aunque no lo verbalicen, piensan en su foro interno que no necesitan continuar su propia formación, que en su nivel se lo saben todo. Con estas u otras excusas esquivan su formación, aduciendo, además, que ya leen lo suficiente y que están al día en el estado del arte de la gestión empresarial. Tal vez sea verdad o tal vez no. De cualquier forma, pierden la gran oportunidad de aprovechar una acción formativa dirigida a ellos y poder contrastar con otros colegas directivos sus opiniones y divergencias.
Creemos que es la empresa la que tiene que decidir qué formación quiere dar a sus directivos. Sabemos que la formación no es la varita mágica que nos va a solucionar todas las carencias o ineficiencias directivas; pero puede la formación ayudar bastante a descubrirlas y encauzarlas hacia un progreso personal que repercuta en beneficio a la empresa.
De siempre nos es conocida la crítica que sobre la aplicabilidad de la formación de los directivos en la empresa, tiene esta de cara a la mejora, más o menos próxima, de las habilidades directivas de los que reciben la formación. Programamos cursos, seminarios, visitas…después de las que, además de reforzar lazos de amistad o de rechazo entre los concurrentes, vemos que todo ha salido bien. Los ponentes o profesores encantados, los asistentes elogiando la brillantez y conocimientos prácticos de los ponentes, si la logística ha funcionado bien, como siempre se espera, pues todo aún mejor, pero cuando los asistentes vuelven a su desempeño profesional, poco es lo que vemos que aplican en el día a día de la formación recibida. ¿Qué ha pasado? Pues que la resistencia al cambio hace imposible la aplicación de los conocimientos e ideas recibidos.
Por ello pensamos que la formación del directivo en la actualidad, especialmente la que se recibe en la empresa, no aquella que se imparte y recibe en las escuelas de negocios y centros de formación de directivos, ha de ser enfocada a la aplicación casi inmediata en el puesto de trabajo directivo. Este es sin duda el enfoque que buscan las organizaciones cuando invierten en la formación de sus equipos directivos.
Ya no se quiere acumular solo conocimiento, se busca la aplicación del mismo, se está, como en todo, volcado al resultado.
Ahora el resultado es el que manda. Es el parámetro de medida de la actualización del directivo. Además vemos que la moda es el resultado a corto. En cuanto más corto espacio de tiempo se logre un resultado mejor será este. Nada espera.
Con este enfoque, es con el que Pearson ha publicado el libro de “Formación de directivos”. Enfoque que ha asumido por un lado la Alta Dirección de HEDIMA, patrocinador de la obra, y por otro la Dirección de la Biblioteca Aedipe cuya idea es la de dar a conocer experiencias practicas de éxito, en este caso en la formación de directivos, acudiendo a quienes conocen y tienen esta experiencia. A profesionales de la gestión empresarial de reconocido prestigio que han realizado programas de formación de directivos en sus empresas y que estos han tenido éxito. Ello enriquecido con otras aportaciones, como la necesidad de la información en la formación del directivo o los sistemas de formación, y con el imprescindible concurso académico que nos aporta quien, desde la Universidad, se dedica a la investigación, que es lo que hace de punto de referencia por un lado y da valor por otro a las experiencias aquí relatadas.
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