RRHH Digital. Un 81% de los 12.000 tripulantes de cabina (TCP) de British Airways (BA) ha votado en contra de la siete propuestas de la aerolínea relacionadas con la actual disputa que mantiene con el colectivo por los planes de reestructuración del grupo y que provocaron dos tandas de paros durante el pasado mes de marzo.
Los representantes del colectivo se reunieron el pasado lunes con los secretarios del sindicato Unite, Derek Simpson y Tony Woodley, para decidir los próximos movimientos a seguir.
«La gestión de BA debería tomar nota del sólido rechazo de su oferta por parte de sus propios empleados y replantear las preocupaciones existentea», destaron tanto Simpson como Woodley.
El sindicato señaló que la compañía debería tener en cuenta que Unite esta «totalmente» comprometida a apoyar a sus miembros y a dar fuerza a la disputa si no se encuentra una solución a la misma.
La aerolínea británica, que ultima su fusión con Iberia, sufrió durante el mes de marzo siete días de paros convocados por los TCP, que le produjeron un impacto económico de entre 40 y 45 millones de libras esterlinas (entre 45 y 51 millones de euros).
Durante dicha huelga BA operó el 79% de los vuelos de larga distancia y el 58% de los de corto y medio radio, registrando menos problemas en la segunda tanda de paros –del 27 al 31 de marzo– que en la primera –del 20 al 22 del mismo mes–.
Con posterioridad a los paros, la compañía hizo una nueva oferta a los TCP, que Unite recomendó rechazar de manera unánime por tres razones principales: la eliminación de ciertas ayudas para adquirir vuelos, la aplicación de medidas disciplinarias a algunos de los participantes en anteriores huelgas, y la pérdida de confianza en la propia aerolínea.
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