Recursos Humamos Digital. El Banco de España ve posibilidades en la reforma laboral que ha propuesto el Gobierno a los agentes sociales, pero considera que le «falta concreción». Así lo subraya la institución que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez en su Boletín Económico de Abril.
Entre los aspectos incluidos en dicha propuesta de reforma, el Banco de España institución destaca la imposición de límites a la contratación temporal, el fomento de la contratación fija, el impulso al contrato a tiempo parcial, y el plan de empleo juvenil.
«Dependiendo de cómo se materialicen finalmente (estos aspectos), pueden resultar muy relevantes para el funcionamiento del mercado laboral«, precisa el banco central.
No obstante, al Banco de España no le gusta que la reforma de la negociación colectiva «se haya desplazado» al ámbito bipartito (empresarios y sindicatos), porque ello, «desafortunadamente, puede retrasar la necesaria reforma de este aspecto central del mercado laboral», avisa.
SE MODERAN MÁS LOS SALARIOS, PERO AÚN QUEDA RECORRIDO.
En materia de negociación colectiva, el Banco de España constata que el arranque de 2010 «se está caracterizando por una mayor moderación salarial», con subidas pactadas del 1,4%, inferiores en un punto a las del año pasado.
No obstante, la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez precisa que el acuerdo inteconfederal de negociación colectiva firmado por empresarios y sindicatos (ANC) para el periodo 2010-2012 está teniendo por ahora una «incidencia limitada» debido a que la mayor parte de los convenios que se están registrando son convenios revisados.
En el ANC, sindicatos y empresarios apostaron por la moderación salarial en el actual momento económico, aconsejando a los negociadores de convenios un incremento salarial del 1% para 2010, de entre el 1% y el 2% para 2011, y de entre el 1,5% y el 2,5% para 2012.
Aunque considera que los efectos de este acuerdo son, por ahora, limitados, el Banco de España señala que éste debería permitir «en el futuro inmediato» que el crecimiento de los salarios «se acompase en mayor medida a la situación económica», posibilitando «una inflexión en la remuneración por asalariado y una desaceleración de los costes laborales».
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