RRHH Digital. “La relación entre madres e hijas constituye la madre de todas las relaciones. Es una de las más apasionadas y viscerales en la vida de las mujeres, aquella por la cual se puede experimentar desde el amor más profundo a la más profunda de las rabias, e incluso el mayor de los odios”. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado Alicia Kaufmann, catedrática de Sociología, coach e investigadora social, que en su reciente investigación “Identidades en transformación: mujeres y hombres directivos”, aborda, entre otros, los dilemas que las madres profesionales han de atravesar en sus vidas hacia la alta dirección.
La investigadora profundiza que si bien madre e hija tienen la misma conversación, la interpretación de la misma, puede ser totalmente diferente. “Se trata de relaciones en donde el “poder” y la “distancia” se negocian continuamente”. De ahí que su objetivo al abordar este dilema sea con la intención de mejorar la comunicación entre madres e hijas, ¡qué mejor regalo para el día de la madre!, a la vez que también hacer más fluida las relaciones con las mujeres, especialmente en el marco profesional.
La relación con la madre obliga a la hija a afrontar cuestiones fundamentales sobre quién es, quién quiere ser y cómo se relaciona con los demás. Es un vínculo de enorme importancia a lo largo de toda la vida de cualquier mujer, incluso tras el fallecimiento de la propia madre. Similar es la situación de las madres, explica Alicia Kaufmann. “Una primera conclusión es que el vínculo entre madre e hija está muy cargado emocionalmente, dado que combina una intensa conexión con una implacable lucha por el poder, sobre todo a partir de la adolescencia”.
Madres e hijas, mejor si se entienden
A veces al ser interpretaciones tan distintas de las mismas conversaciones, continúa Kaufmann, la frustración entre ambas es frecuente. Para una hija los comentarios de su madre resultan importantísimos, por eso cualquier juicio emitido por ella, puede sentar como “una cadena perpetua”.
La relación entre madres e hijas puede ser una gran fuente de consuelo, pero también causar un gran sufrimiento. De nadie más hablamos con tanto cariño, pero a veces también con tanto resentimiento, como de la propia madre. La actriz Liv Ullman definió aquello que cualquier hija desea idealmente que su madre dijera: “Le pase lo que le pase, ella sabe que puede confiar en mi, que no la voy a juzgar y que siempre va a recibir todo mi apoyo y ayuda”. Ambas sienten profundamente las emociones de la otra. “Cuando yo misma llamaba por teléfono a mi madre, o ahora a mi hija, por mi tono de voz, ellas se daban cuenta cómo era mi estado de ánimo y viceversa, aunque hubiera por medio distancias de 12.000 Km. Siempre he sentido que teníamos una conexión energética y que las emociones eran transferidas directamente de un corazón a otro, como si se fuera una cuenta de banco emocional”.
Otra de las constantes que aparecen en esta relación es la permanente búsqueda de aprobación. La clave radica en saber si se ha establecido una relación saludable o no con la madre y si ésta ha proporcionado el grado de contención necesaria para los hijos, lo que a su vez estos podrán transferir a sus propios hijos.
1 comentario en «¿El mejor regalo para una madre? : Una buena relación con su hija»
Mónica ocupa el cuarto lugar en el rankin de mis 6 hijos. Tiene 6 años: yo 37. Este regalo lo quiero para mí y para siempre, por favor!!!!!!!!!!
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