RRHH Digital. Las dificultades por las que está atravesando el empleo en el último año ha hecho que aumente la puntualidad a la hora de ir a la oficina. Un nuevo estudio de CareerBuilder revela que el 16% de los empleados confiesa llegar tarde al trabajo al menos una vez a la semana frente al 20% que afirmaba lo mismo el año pasado.
Además, casi uno de cada 10 (el 8%) afirma ser impuntual al menos dos veces a la semana frente al 12% del año anterior. Los empleados tienen numerosas razones para explicar porqué llegan tarde a la oficina, siendo la más usada el estado del tráfico (32%) o haberse quedado dormido (24%). El 7% afirma que fue por llevar a sus hijos al colegio y otro 7% afirma que se ha debido a las inclemencias del tiempo. Las otras razones más argumentadas son problemas con el transporte público, problemas con el vestuario y problemas con sus mascotas.
“Con la situación laboral actual, muchos más empleados son conscientes de las connotaciones que tiene el rendimiento en el trabajo y como resultado se está produciendo una mayor puntualidad a la hora de llegar a la oficina”, afirma Alfredo Escolar, Director de CareerBuilder España. “Al margen de la situación económica, la puntualidad es más prioritaria en unos empleo que en otros. Es importante que los empleados conozcan las políticas de sanciones de su empresa en caso de llegar tarde y deben asegurarse de ser sinceros a la hora de decirle al jefe las razones por las que se ha llegado tarde.
Mientras que algunas empresas son más flexibles con las normas de puntualidad, otras tienen políticas muy estrictas al respecto. Más de una tercera parte (34%) de los responsables de las empresas afirman haber despedido a algún empleado por sus continuas faltas de puntualidad a la hora de llegar a la oficina.
Los responsables de selección han puesto algunos ejemplos de las excusas raras que han oído de sus empleados por llegar tarde al trabajo.
– Me atracaron y me desperté atado al volante de mi coche.
– Se me cayó la puerta del coche.
– Hacía demasiado viento.
– Soñé que ya estaba en el trabajo.
– Tuve que ir al hospital porque bebí líquido anticongelante.
– Tuve una actuación por la noche como payaso.
– Se me metió una cucaracha por el oído.
– Mi perro se comió mi teléfono móvil.
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