RRHH Digital. Los controladores aéreos y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) se reúnen hoy de nuevo para proseguir las negociaciones del II convenio colectivo, tras el compromiso de ambas partes por garantizar la paz social y el servicio durante el transcurso de las conversaciones, firmado el pasado 17 de marzo.
En el documento, dirigido a la dirección del ente y al propio colectivo, USCA no cuestiona las atribuciones de AENA, tras el Real Decreto, pero insta a establecer un régimen transitorio para abordar aquellos aspectos vinculados a medidas transitorias.
Entre ellos, el reconocimiento de que todos los puestos de control aéreo deben cubrirse con «plenas garantías de capacitación y acreditación profesional», además de adecuar los «criterios de efectividad y razonabilidad a la organización de turnos de trabajo, horarios, descansos, programaciones y vacaciones, respetando los descansos mínimos entre jornadas».
La Justicia avaló recientemente la facultad de AENA para fijar las vacaciones de los controladores aéreos cuando no haya acuerdo, al considerar que el Real Decreto aprobado el pasado 5 de febrero sustituyó el acuerdo extra convenio alcanzado entre las partes el 18 de septiembre de 2007, según la sentencia dictada el pasado 12 de marzo.
En cuanto al régimen salarial, y hasta su regulación definitiva, los controladores reclaman que éste se establezca en la negociación colectiva que se está llevando a cabo.
De su lado, AENA considera importante mantener la paz social pero avisa de que en aquellas cuestiones «indispensables» para el desarrollo de su capacidad, tales como la organización del trabajo, y otros aspectos recogidos en el real decreto la negociación tendrá que discurrir bajo el nuevo marco.
En el primer encuentro entre AENA y USCA del pasado 10 de marzo, la primera reunión tras la demanda de conflicto colectivo interpuesta por el sindicato mayoritario del colectivo –que agrupa al 95% de los 2.400 controladores del ente— se fijaron tres asuntos en el marco de la negociación: salarios, seguridad e higiene en el trabajo y cobertura de incidentes.
El nuevo decreto fija una jornada laboral obligatoria de 1.750 horas anuales de media, frente a las 1.200 que recoge el actual convenio, y limita las horas extraordinarias a un máximo de 80 al año, frente a las 600 horas actuales.
Con estas nuevas condiciones, el salario medio de un controlador se reduce desde los 350.000 euros anuales a los 200.000 euros, para situarlo por encima de la media de los cinco mayores proveedores europeos.
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