RRHH Digital. Mudarse a un país nuevo puede ser una vivencia muy gratificante. Genera experiencias prometedoras que resultan muy positivas para el crecimiento propio y el de una familia. Aún así, este reto requiere cierta organización y conocimiento para paliar la incertidumbre que le pueda generar a cualquier miembro de la familia.
Pero, sin duda, si nos preparamos y tomamos una actitud positiva para el cambio, los resultados serán muy complacientes. Ana Gazarián, Presidenta de Employee Mobilily Solutions (EMS) explica cómo hacer frente a este gran cambio:
1.Aprender sobre el lugar donde vamos: hace las cosas más sencillas y fáciles, para cada uno y su familia. Es importante, por tanto, aclimatarse a la ciudad de destino. Estudiar los barrios cercanos a la oficina o las escuelas resulta, a menudo, una excelente opción para elegir donde vivir.
2.Hay que estar preparado, ya que nos exigirán ciertos documentos: hay que tener en cuenta que se requieren una serie de procedimientos legales para obtener el permiso de trabajo, la Visa de residente, autorización para trasladar las mascotas u otras pertenencias. Y se pasará por un largo proceso de rellenar formularios que serán revisados, firmados, etc… Asimismo, será necesario realizar varias entrevistas con diferentes instituciones gubernamentales.
3.Comunicarse: la mejor manera de llevar la movilización es comunicarse con los miembros de la familia. Dejarlos que participen y formen parte del proceso dando sus opiniones o incluso tomando decisiones sobre la nueva casa y el colegio.
4.Instalarse: una vez instalados en su nuevo destino/país, es el comienzo de una nueva etapa. Hay que buscar casa, colegio e instalarnos en nuestra nueva casa. Ante todas estas complicaciones, lo mejor es convertirlo en una experiencia divertida.
5.Buscar vivienda: pedir apoyo y asesoramiento sobre las distintas zonas, así como sobre la negociación del contrato de alquiler. También es importante conseguir una asignación suficiente como para que les permitan mantener una vivienda equivalente a las que disfrutaban en su país de origen y que esta asignación incluya todos los gastos de comunidad, impuestos y tasas.
6.Buscar colegio: asegurarse de pedir toda la información posible en relación a los distintos tipos de colegios en la ciudad destino, según idioma, religión, etc., apoyo en el proceso de inscripción, asignación para matrículas, mensualidades, comedor, etc.
7.Recibir una formación intercultural (en casa y lejos de casa): es conveniente tener clara la diferencia entre la casa de su residencia habitual y la del nuevo destino, así como conocer su cultura y hacer que se sienta seguro y disfrute de ella desde el primer día.
8.Carreras duales: al aceptar la nueva asignación, asegurarse de que el cónyuge obtenga el permiso laboral del país destino. La pareja juega un papel fundamental en las expatriaciones.
9.Mantener el contacto: es importante continuar manteniendo el contacto con sus raíces para sentirse como en casa en su nuevo destino.
Conocer los supermercados donde pueda encontrar los ingredientes de su gastronomía de origen o comida habitual de su familia, es sólo un ejemplo de cómo puede facilitar la integración.
10.Mudanza: como último punto pero no menos importante, recuerde sus pertenencias personales, lo que le mantendrá el recuerdo de su país de origen, y solicite el traslado de sus pertenencias más importantes en el país de destino.
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