RRHH Digital. El director General de Empleo, Estrategia de Lisboa y Asuntos Internacionales de la Comisión Europea, Xavier Prats Monné, afirmó ayer en Gijón que la reserva de capital humano de Europa son las mujeres y avanzó que los trabajos del futuro precisarán de cualidades que generalmente se consideran femeninas, como la capacidad de comunicación, de hacer varias tareas al mismo tiempo, tratar los problemas con espíritu de consenso o la inteligencia emocional.
Según él, estas son las cualidades que se necesitarán las sociedades desarrolladas para el futuro mientras que, por el contrario, «no harán falta grandes esfuerzos musculares ni gran capacidad de decisiones sin considerar al entorno». Así lo manifestó antes de pronunciar en el Antiguo Instituto la conferencia titulada ‘Las mujeres y el futuro del empleo en Europa’.
A este respecto, añadió que las características de los empleos que se demandarán en el futuro son aquellas a las que las mujeres están «bien predispuestas». A esto unió la necesidad de incorporar a las mujeres al mercado laboral, dado su baja tasa de actividad y ante una población cada vez más envejecida. Prats recordó que, paradójicamente, las mujeres tienen un nivel educativo superior. «Hace falta darles las oportunidades del mercado de trabajo que necesitan», dijo.
En lo que se refiere a Asturias, señaló que, como pasa en otras partes del mundo, las mujeres están mejor preparadas que los hombres pero, aún así, están en mayor desventaja respecto al empleo. Por este motivo, apostó por corregir este aspecto «no sólo para el bien de las mujeres sino de la sociedad».
Para Prats, «las mujeres en Europa tienen igualdad de derechos, lo que no tienen es igualdad de oportunidades». Por ello es necesario incidir en la búsqueda de igualdad entre hombres y mujeres. En este sentido, destacó la Asociación de Mujeres Empresarias de Asturias que trabaja en esta línea y mejora la autoestima de la población de las mujeres. A esto unió otras iniciativas como las subvenciones.
FALTA DE CONCILIACIÓN
No obstante, indicó que el obstáculo principal para la emancipación de la mujer está «en la emancipación de las mentalidades».De ahí la importancia de dar visibilidad a la necesidad de que las mujeres tengan igualdad de oportunidades, especialmente a las más jóvenes, que precisan una mayor conciliación de la vida laboral y familiar.
Como ejemplo, citó que en el caso asturiano la tasa de actividad de mujeres muy jóvenes es muy baja, mientras que entre 25 y 30 años supera el 70 por ciento, para luego volver bajar. Esto lo atribuyó a ciertos obstáculos como la conciliación o la dificultad para permanecer en el mundo laboral.
Por otro lado, abogó por fomentar el espíritu empresarial y señaló que en Asturias sólo una tercera parte de los empresarios son mujeres. Una cantidad que, a su entender, es «demasiado poco». «Está en el interés de las empresas favorecer la igualdad», insistió con alusión al papel de la mujer.
En cuanto a la conciliación, indicó que, por una parte, las mujeres no quieren dedicar toda su vida al cuidado exclusivo de los hijos y, por otra, tampoco tienen todos los hijos que quisieran si tuvieran los medios. La solución, según él, es fomentar que en casa las responsabilidades sean compartidas por la pareja y que se den facilidades para el cuidado de los niños. Prats animó a que los niños vayan muy temprano a la escuela para que sean socializados desde pequeños.
Asimismo, indicó que quizá Asturias sea un caso «extremo», ya que la tasa de natalidad es más baja que la media nacional. «Esto quiere decir que las mujeres asturianas necesitan que se les ayude», dijo antes de añadir que teniendo igual capacidad que los hombres tienen menos oportunidades.
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