RRHH Digital. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, aseguró hoy que hay que buscar una fórmula que sea asumida por todos los agentes del Pacto de Toledo para que las pensiones sean lo más «correspondientes y razonables» con las aportaciones que se hacen al sistema.
Así lo puso de manifiesto Granado durante su intervención en el Forum Europa al ser preguntado por si se cambiará el cómputo de cálculo de las pensiones, donde explicó que la mayor correspondencia mejorará las pensiones de los despedidos al final de su vida laboral, mientras que las del resto se minorarán.
Sin embargo, se mostró contrario a la posibilidad de utilizar toda la vida laboral para calcular las pensiones por ser algo que en España plantearía muchos problemas, por lo que apostó por otro tipo de soluciones técnicas «mucho mejores» y no por un cambio «tan abrupto» como ése.
Sobre la eventual ampliación de la edad legal de jubilación a los 67 años desde los 65 actuales, Granado dijo que ésa es la propuesta del Gobierno y recordó que las propuestas, en una negociación, no se retiran ni se abandonan, aunque sí se negocian y pueden modificarse. «La base final del acuerdo creará un escenario común», indicó.
Aún así, consideró que los jóvenes tendrán que abandonar más tarde el mercado laboral porque actualmente dedican más tiempo a su formación y empiezan a trabajar más tarde, por lo que, a su parecer, es «razonable» pensar que tendrán que jubilarse más tarde.
Preguntado por la transferencia de la Seguridad Social que demanda el País Vasco, Granado aseguró que no habrá una «ruptura» de la caja única del sistema «ni a corto, ni a medio ni a largo plazo», porque sería «absurdo» territorializar el gasto de la Seguridad Social, que es la Administración «más eficiente» de España.
UNA REFORMA SUFICIENTE Y COMPLEJA
Durante su intervención, Granado resaltó la importancia del problema que supone el envejecimiento de la población para España y puso de manifiesto la necesidad de acordar una reforma «suficiente» que parta de un «diagnóstico compartido», que cumpla con el pacto entre generaciones y que se haga en un periodo de tiempo «suficientemente dilatado».
Asimismo, consideró que la reforma tiene que ser «compleja» y no basarse en una única medida, sino que tiene que abarcar todas las prestaciones y el sistema. En este sentido, aseguró que la necesaria reforma no se diferencia «demasiado» de las que se han hecho en los últimos años, por lo que no debería ser «nada complicado».
En este sentido, recordó que todos los gobiernos han hecho retoques puntuales del sistema y que ahora lo que se necesita es una «nueva arquitectura» que recoja las nuevas realidades del país, algo para lo que España cuenta con cierta ventaja porque todos los gobiernos son «herederos gozosos de la experiencia de sus predecesores».
ACUERDO CON LOS PARTIDOS
Sí admitió que toda esta reforma tiene cierto coste a la hora de transmitirla a la opinión pública, aunque resaltó la importancia de poder contar con un debate «menos dramático y más sosegado» en el Pacto de Toledo.
Granado puso de manifiesto la «enorme responsabilidad» de todos los interlocutores del Pacto de Toledo, que siempre han conseguido llegar al acuerdo, y aventuró que, al final de la negociación, habrá un escenario de encuentro que será «suficiente» para la reforma.
En este sentido, recordó que el Pacto de Toledo siempre ha sabido apartar las diferencias políticas para acordar la hoja de ruta y consideró que ahora las posibilidades son «tremendamente importantes» para que esto ocurra. «Perderíamos una oportunidad histórica su dejáramos de acordar estas reformas, porque es una de nuestras señas de identidad», sostuvo.
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