RRHH Digital. Los 117 trabajadores de Artes Gráficas anunciaron hoy una huelga indefinida desde el próximo jueves, 18 de febrero, contra la intención de la empresa de cerrar la imprenta y para pedir la «implicación» de la clase política ante lo que consideran «un ejemplo de malas prácticas» al pretender «dejar en la calle al menor coste posible» a una plantilla que supera los 50 años de edad.
En rueda de prensa, el representante de CCOO en Toledo, José Luis Arroyo, dijo que la empresa, que pertenece al grupo Mondadori-Pozzoni, escondía desde que se iniciaron las negociaciones en abril de 2009 «una estrategia premeditada para el cierre injustificado de la empresa, alevoso en época de crisis», explicando así el que la empresa haya solicitado la liquidación en proceso concursal.
«Necesitamos ayuda de la sociedad. Apelamos a que la clase política nos ayude a desenmascarar a esta empresa», subrayó Arroyo, que acusó a la dirección de Artes Gráficas de «malas prácticas en épocas de crisis» al pretender «dejar en la calle a una plantilla de más de 50 años con las indemnizaciones más bajas posibles».
Por ello, afirmó que el próximo jueves los 117 trabajadores, que hasta ahora han acudido a la imprenta a cumplir su jornada laboral pese a no tener trabajo, se manifestarán en las puertas de Artes Gráficas para después iniciar una marcha hasta Zocodover con el fin de trasladar sus demandas a las autoridades políticas.
En concreto, los trabajadores de la imprenta toledana se dirigirán a la Delegación del Gobierno, a la que han solicitado información sobre la empresa, para reclamar ante el juez los salarios de los meses de diciembre y enero que a día de hoy la plantilla no ha cobrado. «No entendemos que haya solicitado la vía de la liquidación y se haya negado a una regulación del empleo», señaló.
Para el presidente del Comité de Empresa, la empresa es «viable» y la causa de que Artes Gráficas no tenga trabajo actualmente se debe a que «han desviado» un total de 28 libros en el mes de enero a las empresas matrices en Italia. «Las máquinas estarían funcionando al máximo si no se hubiera derivado el trabajo», afirmó.
En esta línea se manifestó Jesús González, miembro del Comité deArtes Gráficas por UGT, que exigió a los políticos y a las instituciones que «se impliquen para que las empresas de Toledo no se vayan al garete» y no dejen en la calle a empleados de más de 50 años que han dedicado a una empresa treinta años de su vida, como recordó que es el caso de la imprenta toledana.
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