RRHH Digital. Era la primera reunión que Van Rompuy mantenía con los sindicatos y se produce una semana antes de que los jefes de Estado y de gobierno europeos se reúnan, en Bruselas, para celebrar una Cumbre informal extraordinaria para debatir sobre el la crisis y su salida. La delegación de la CES expuso al Presidente del Consejo Europeo las reivindicaciones principales de cara a la Cumbre que previamente habían sido debatidas por su Comité de Dirección que se había reunido por la mañana.
Para el sindicalismo europeo resulta esencial el mantenimiento de las políticas públicas de estímulo de la demanda durante todo el año 2010, al menos, si se quiere que la recuperación se consolide y se vuelva a crear empleo. “No puede subordinarse este objetivo al de reducción de los déficits públicos previsto en el Pacto de Estabilidad” afirmó John Monks. Para el secretario general de la CES, la Cumbre del Consejo debería priorizar el objetivo de volver a crear empleo, y cómo desde las instituciones y las políticas europeas se puede contribuir a crear empleo en los países de la Unión.
La CES defiende que el contenido esencial del Pacto Social europeo -propuesto por el Presidente del Gobierno de España- sea la aprobación de un Programa europeo para la creación de empleo para los jóvenes y su inserción social. Incentivos a la contratación, formación, orientación profesional, etc., deberían figurar entre las medidas a adoptar. Para este plan y para las demás propuestas de reactivación de la economía, que la CES cifra en el 1% del PIB, debería recurrirse a préstamos del Banco Europeo de Inversiones y a la emisión de bonos del BCE. Las demás propuestas formuladas, contenidas en el Memorandum sindical a la Presidencia Española, se referían a los contenidos de la Estrategia 2020, al desarrollo de una política industrial y energética que impulse el sector verde de la economía y una transición justa y negociada hacia ella.
Los sindicalistas europeos subrayaron, a Van Rompuy, la importancia de una regulación pronta –europea y del G20- de los mercados financieros, que incluyera la supresión de los paraísos fiscales y el establecimiento de una tasa para las transacciones financieras- Esta tasa, además de permitir la recaudación de importantes fondos públicos para invertir en programas europeos, cumpliría otro objetivo: frenar los movimientos especulativos.
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