RRHH Digital. La portavoz del Gobierno murciano, María Pedro Reverte, sugirió hoy al presidente del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, «que haga un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en su Gobierno para reducir drásticamente el número de ministerios y altos cargos y adaptarlo a la crisis económica».
Durante la visita que realizó al municipio de La Unión para revisar el estado de ejecución de diversas obras financiadas por la Comunidad, Reverte afirmó que la «contrastada ineficacia» del actual Gabinete presidido por Zapatero exige «una reacción inmediata que frene la caída en barrena de la economía española».
Así, en un comunicado del Gobierno regional criticó la «mastodóntica e ineficaz» estructura del Ejecutivo central, con tres vicepresidencias y 17 ministerios «que no se entienden entre ellos».
Es por ello por lo que abogó por «eliminar, cuanto antes, todos los ministerios y altos cargos que sobran» que, a su juicio, «sólo sirven para generar gastos y ralentizar la gestión frente a la crisis».
Del mismo modo, la consejera recalcó que «cuatro millones de parados no pueden tolerar por más tiempo el Gobierno de España con más ministerios y con menos competencias de la historia». «Ningún presidente europeo necesita tres vicepresidencias para hacer las cosas tan mal», reprobó.
Y es que, apuntó, frente a la «descomunal estructura» del Ejecutivo socialista, la Comunidad de Murcia tiene el Gobierno autonómico «más reducido de España, con sólo nueve consejerías».
A tenor de la actual situación, la portavoz del Gobierno murciano dijo esperar que «el Señor ilumine hoy a Zapatero» en su rezo junto al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, porque «España no aguanta ya esta sangría de parados y destrucción económica».
«Cuando los ciudadanos, las empresas y la economía en general necesitan confianza para hacer frente a la crisis, Zapatero siembra el caos con cada anuncio que hace, con cada medida que improvisa», aseveró Reverte, quien agregó que «el desastre del Gobierno de Zapatero queda en evidencia en Europa, donde todos los días nos tiran de las orejas». «Estamos hartos de que España sea el hazmerreír de Europa», concluyó.
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