RRHH Digital. Según los datos facilitados hoy por los Servicios Públicos de Empleo, la cifra del desempleo supera ya los 4 millones. Hay 4.048.493 parados registrados, lo que supone un aumento de 124.890 desempleados más en el primer mes de 2010. Se trata de cifras muy elevadas, y aunque el incremento es menor que en los dos años anteriores, duplica las cifras del paro registrado en los meses de enero de los años 2003 a 2007.
Para UGT es imprescindible concentrar esfuerzos en mantener y recuperar los niveles de empleo afianzando un modelo de recuperación económica basada en empresas innovadoras, que apuesten por la modernización tecnológica, por la mejora y el
impulso a la formación y que busquen nuevos mercados a partir de las mejoras de productividad y no persiguiendo la competitividad mediante la reducción de costes laborales. Para el sindicato es necesario garantizar la protección social de los desempleados, especialmente la de aquellos de larga duración y la de los colectivos con mayores dificultades de inserción y mayor riesgo de exclusión social.
La cifra del desempleo en España supera ya los 4 millones: hay registrados 4.048.493 parados, según los datos facilitados hoy por los Servicios Públicos de Empleo. Esto supone un aumento de 124.890 parados más en el primer mes del año 2010 que en el mes de diciembre, lo que en términos relativos se traduce en un 3,2% más. Esto significa que en este mes hay 720.629 desempleados más que en el mismo mes del año 2009, en el momento más duro de la crisis, un 21,7% más.
Teniendo en cuenta los datos según género, se ha producido un cambio en la tendencia que se venía observando, pues se produce un incremento del 4% en el número de mujeres desempleadas, frente a un aumento del 2,4% en el caso de los hombres, en términos mensuales. En el cómputo interanual, sigue siendo superior el incremento del paro masculino (23,1%) que el femenino (20,2%).
El desempleo de los jóvenes, menores de 25 años, aumenta en un 2,2% respecto al mes anterior, situándose ya la proporción de parados jóvenes sobre el total en el 11,3%. En cuanto los extranjeros desempleados, el crecimiento registrado supone un 3,2% más que el mes anterior, alcanzando los 584.453 desempleados, manteniéndose la proporción en el 14,4% del total.
El sector que registra un mayor aumento en el número de parados registrados ha sido el de servicios, con un 4,6% más que en el mes de diciembre. Le sigue la industria, con un 1,7%, mientras en la construcción el incremento del desempleo es menor (un 0,9%), al igual que en el sector agrario (0,5%). En términos interanuales, el mayor aumento en el número de desempleados se observa entre aquellos que partían sin empleo anterior, un 53,8% más.
En lo que respecta al número de contratos, en el mes de enero se han registrado 1.050.233, de los cuales el 91% han sido contratos de carácter temporal, mientras sólo 94.595 fueron contratos indefinidos. Aunque los contratos indefinidos aumentan respecto al último mes de 2009, y caen los temporales, respecto al año anterior se han registrado 75.540 contratos menos, 24.606 indefinidos menos y 50.934 temporales menos.
De nuevo el desempleo registra cifras muy elevadas. Aunque el incremento es menor que en los dos años anteriores, duplica las cifras del paro registrado en los meses de enero de los años 2003 a 2007. Por tanto, nos encontramos ya con más de 4 millones de parados registrados.
El sector más castigado en este mes ha sido el de servicios, lo que ha hecho que se rompa la tendencia de mayor aumento en el caso de los hombres. Estas cifras confirman la falta de actividad económica que estimule el mercado de trabajo: los niveles de empleo no podrán recuperarse sin estímulos a la actividad productiva.
Por ello es imprescindible concentrar los esfuerzos en mantener y recuperar los niveles de empleo, para lo cual se hace necesario afianzar un modelo de recuperación económica que se base en empresas innovadoras, que apuesten por la modernización tecnológica, por la mejora y el impulso a la formación y que busquen nuevos mercados a partir de las mejoras de productividad y no persiguiendo la competitividad a través de reducción de costes laborales.
Todo el Diálogo Social debe girar en torno al objetivo básico de mantener y recuperar los niveles de empleo. Y esta prioridad de dar respuesta a la crisis del empleo debe ser la protagonista del diálogo bilateral, entre patronal y organizaciones sindicales, en torno a la negociación colectiva, y del diálogo tripartito de los interlocutores sociales con el Gobierno.
La necesidad de reactivar la demanda actuando a través de políticas públicas, atendiendo al compromiso de reducir y ajustar la deuda pública y el déficit, no debe dejar de lado la protección social de los desempleados, especialmente aquellos de larga duración, que se ven incapaces de encontrar un puesto de trabajo en un mercado laboral paralizado por la ausencia de actividad económica.
Por ello, el ajuste de las cuentas públicas que va a llevar a cabo el Gobierno en los próximos ejercicios no debe condicionar el objetivo prioritario que supone la protección social de los colectivos con mayores dificultades de inserción en el mercado de trabajo y de aquellos con mayor riesgo de exclusión social.
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