RRHH Digital. El presidente y director general de France Télécom, Didier Lombard, anunció este martes que propondrá acelerar su sucesión al frente de la compañía telefónica gala mediante la cesión de uno de los dos cargos de ocupa, de tal forma que su ‘número dos’, Stéphane Richard, pase a ejercer como director general a partir del próximo 1 de marzo.
En una entrevista publicada por el diario francés ‘Le Figaro’, Lombard reveló sus planes para disociar los dos principales cargos que encabezan la tercera operadora de Europa. Así, como forma de hacer frente a la crisis que atraviesa la compañía, Lombard propondrá al consejo de administración el próximo 24 de febrero que Richard acelere su ascenso en el marco de «un nuevo proyecto de empresa» que debería concretarse durante los próximos tres o cuatro años.
Richard llegó a France Télécom desde el Ministerio de Economía francés el pasado mes de junio, con la intención evidente de que remplazase a Lombard cuando se retirase en junio de 2011. Sin embargo, la ola de suicidios registrada en la empresa –más de una treintena de empleados se han quitado la vida desde 2008– ha terminado por forzar la renovación y que el ‘número dos’ del presidente asuma las operaciones del día a día.
Lombard enmarcó su decisión «en el interés del grupo» y pronosticó que la bicefalia no afectará al funcionamiento empresarial, en la medida en que no existiría «oposición» entre él y Richard. Asimismo, corresponderá al nuevo mando componer el «equipo de renovación», según el presidente, que ve «probable» que se produzcan también reajustes en la organización de las divisiones de France Télécom.
El cambio llega a pocas semanas de que la compañía presente sus resultados anuales el próximo día 25 y cuando se prepara para anunciar un proyecto de inversión que tratará de expandir la red de banda ancha por toda Francia.
CRISIS SOCIAL
Preguntado por los aspectos mejorables de su etapa al frente de France Télécom, Lombard se refirió precisamente a la crisis laboral que ha terminado por forzar su cambio. Aunque admite las repercusiones sobre la empresa de la «colosal» transformación de pública en privada, incidió en que todas las decisiones tomadas en la última década se han adoptado con el objetivo de «preservar en el empleo».
«Durante el verano, todos los días tenía una reunión de crisis sobre este asunto. Nos hemos tomado en serio el problema», explicó, en alusión al alto índice de suicidios. Si bien admitió que se podrían haber aplicado medidas con anterioridad, subrayó que este tipo de conflictos son «extremadamente sensibles» y que se hace «muy difícil evaluar la profundidad de las cosas».
«Me he movido a menudo sobre el terreno y me he encontrado con empleados contentos, otros menos, pero siempre muy unidos a France Télécom, que es como una gran familia», agregó.
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