Empleosenior contra la propuesta de retrasar la jubilación hasta los 70 años

RRHH Digital. Ante las declaraciones e intenciones de retrasar la edad de jubilación, la Asociación Empleosenior quiere puntualizar lo siguiente:

Retrasar la jubilación es una medida paradójica, cuando se han producido prejubilaciones masivas y a personas de edades muy inferiores a los 65 años. Es indudable que parte del coste está aun repercutiendo en el sistema, aunque pocas voces lo apunten.

Consideramos imprescindible tener en cuenta una alternativa que, inexplicablemente, no se tiene en cuenta y que sin ser la panacea a este problema, si es una medida que aporta importantes ventajas y en diferentes ámbitos, sobre todo en el social.

En España NO SE TIENE EN CUENTA a un colectivo muy desfavorecido y con una de las mayores tasas de paro: los mayores de 45 años. A día de hoy, son mas de 1.300.000 hombres y mujeres en esta situación.

Este colectivo REPRESENTA UNA POTENCIAL FUENTE DE INGRESOS A LA SEGURIDAD SOCIAL, La más inmediata y lógica, es su aportación como empleados en un trabajo estable y por cuenta ajena.

Frente a retrasar CINCO AÑOS la jubilación, las personas EXCLUIDAS DE MAS DE 45 AÑOS, cuentan con un plazo de VEINTE (hasta los 65) en los que pueden cotizar, por tanto, CUATRO VECES que los que lo hagan durante 5 años.

Además, es colectivo que no ha perdido su capacidad de aportar PRODUCTIVIDAD, algo que falta en nuestro entorno y que se denuncia en todos los foros. Y este colectivo es de PERSONAS que QUIEREN trabajar, ES SU DERECHO CONSTITUCIONAL, mientras que se le aparta del mercado laboral por el “delito” de haber sobrepasado una edad en la que su capacidad y experiencia son aún de enorme utilidad.

Para terminar, una reflexión que no tiene nada de exagerada: Es necesario saber cuanto cuesta que un/a parado/a de mas de 45 años no pueda trabajar. Las depresiones, adicciones, divorcios, e incluso muertes, cuestan al sistema una importante cantidad económica, pero también social.

Sumemos lo que aportará este colectivo y restemos lo que “cuesta” mantenerlo al margen, sin olvidar lo que “vale” su experiencia y productividad.