RRHH Digital. El secretario general adjunto de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Joël Dcaillon, apuntó ayer a que la formación debe ser un eje clave en la salida de la crisis y el inicio de la recuperación económica, y alertó de que el 30% de los trabajadores europeos tiene baja cualificación, y el 50% no supera una cualificación «media».
Para Dcaillon, que asistió en Barcelona a una asamblea sindical con motivo de la reunión informal de ministros de Trabajo de la UE que tiene lugar hasta el viernes en la ciudad, Europa está en un momento clave para recuperar la senda de crecimiento que, recordó, no debe desligarse del sistema de protección social que caracteriza al continente.
Para ello, insistió en la necesidad de consensuar políticas orientadas a favorecer la formación y lograr que el grueso de trabajadores mejore su cualificación para orientarse hacia los nuevos puestos de trabajo –unos 100 millones– que se crearán en Europa en los próximos diez años y que serán de mayor valor añadido.
Antes de empezar la asamblea de la CES, el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, sentenció que la estrategia de Lisboa en materia de empleo –pactada en el 2000– «ha dado escasos frutos», ya que los estados permitieron que las políticas globales perdieran peso y entraron en un proceso de «renacionalización» que permitió a economías como la de EUA y China «tomar ventaja».
Toxo invitó a los responsables de Trabajo de la UE a iniciar un cambio en esta primera reunión informal y «acertar» con las medidas que permitan acabar con la destrucción de empleo y crear nuevos puestos de trabajo que favorezcan, especialmente, a colectivos como los jóvenes, que son de los más afectados por la crisis.
En el mismo sentido, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, confió en que la presidencia española de la UE sirva para «encauzar» las políticas y dotarlas de unas inversiones «suficientes», ya que recordó que el gasto público para salir de la crisis en Europa ha sido «12 veces inferior a la inversión del G-20 para reflotar el sistema financiero».
Méndez constató que la Estrategia de Lisboa ha sido un «fracaso», ya que no ha logrado una Europa más innovadora y más competitiva, sino que ha derivado en una «competición interna entre Estados en lugar de en una cooperación».
Los líderes sindicales de CC.OO. y UGT en Catalunya, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez, respectivamente, sumaron también el apoyo sindical catalán al impulso que desde la CES se persigue de poner la recuperación económica y la mejora del empleo en el centro de las prioridades.
Ambos apuntaron a que los sindicatos ya han trasladado a Europa su apuesta por conseguir una transición hacia un modelo «más justo, eficiente y sostenible», basado en la apuesta por la I+D en nuevas ocupaciones de más valor añadido, e insistieron en que no subordinarán los derechos sociales y laborales a la Europa monetaria.
Los comentarios están cerrados.