RRHH Digital. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aseguró ayer que la creación de un contrato indefinido con un menor coste por despido «no servirá de nada» para resolver el problema del paro porque en esta situación se seguirá optando por la contratación temporal, sin coste de despido. «No podemos hacer que ese contrato fijo se parezca más a un contrato temporal para resolver la situación», advirtió.
Durante su comparecencia extraordinaria ante la Comisión de Economía del Congreso, Corbacho preguntó a quienes defienden que la extinción del contrato tengan una indemnización más baja si están «dispuestos a derogar la contratación temporal», porque si no la respuesta es que «no servirá de nada». «Con una indemnización de 8 días no vamos a corregir tan fácilmente lo que se propone», incidió Corbacho.
A su juicio, lo que subyace a esta idea es la intención de reducir los costes de despido «de cara ala próxima crisis» y aseguró que nadie contrata pensando cuánto le va a costar despedir a esa persona dentro de cinco años. No obstante, admitió que hay que hacer una reflexión sobre las causas de la temporalidad, que supone el 95% del empleo destruido por la crisis.
Corbacho señaló que las propuestas del PP se parecen «más a una tabla de windsurf de generalidades que a un verdadero análisis» y acusó a los ‘populares’ de «desvirtuar» los datos reales para hacerlos pasar por «apocalípticos». En este sentido, señaló que «lo mismo le da» decir que el paro cerró 2009 con 3,9 millones de parados o con 4,2 millones, porque ambos datos «son igual de negativos».
EN 30 AÑOS SÓLO SE TOCARON UNA VEZ LAS CUOTAS
El ministro instó al PP a precisar sus propuestas en materia laboral que, a su juicio, se resumen en «abaratar el despido», lo que no es la solución. También rechazó una reducción del dos puntos de las cuotas que pagan las empresas a la Seguridad Social, tal y como plantean los ‘populares’.
En este sentido, aseguró que en 30 años de sólo se ha tomado una medida similar en una ocasión y recordó que el PP «no se atrevió a tocarlas» durante su etapa de Gobierno y puso en duda la eficacia de esta propuesta.
Así, recordó que la Ley de medidas urgentes en vigor desde marzo de 2009 ya introduce bonificaciones del 100% a la contratación de parados de larga duración. «Habrá que analizar cuántos desempleados han sido contratados según este medida», incidió el ministro, quien sin embargo no anticipó ninguna cifra al respecto.
LA REFORMA LABORAL NO «DEROGARÁ» NADA
Corbacho no avanzó detalles sobre la propuesta en materia de reforma laboral que el gobierno va a presentar el próximo 5 de febrero, si bien aseguró que no está en el debate por su parte derogar elementos que rigen el mercado laboral, aunque se pueda cuestionar la eficacia de alguno de ellos.
Así, señaló que en el mercado laboral español cada año «salen y entran» siete millones de personas, que no constituyen un ‘stock’ permanente, por lo que la solución entra más en línea de mejorar la cualificación a través de la formación continua, que en estos momentos está «muy por debajo de la media europea». A su juicio, la formación debe estar «más relacionada con lo que se hace que con lo que se programa» en los cursos.
Asimismo, abogó por el refuerzo de las políticas activas de empleo que, según sus palabras «son el futuro», y apuntó la posibilidad de que cuando se supere la crisis y sus secuelas en el empleo puedan beneficiarse de los remanentes del esfuerzo extraordinario presupuestario extraordinario destinado a las prestaciones y subsidios.
FISCALIDAD DEL DESPIDO POR ERE
Frente a las críticas de la oposición, el ministro defendió la eficacia de las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo en 2009 dentro del proyecto de ley de medidas urgentes de fomento del empleo, que han permito que de cada 11 Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), 10 hayan sido de suspensión y uno de extinción, que han beneficiado 362.000 trabajadores.
En este sentido, destacó el efecto positivo de los ERE porque demuestran la alta capacidad negociadora existente en nuestro país. Asimismo, apuntó que ala reciente equiparación fiscal de las indemnizaciones por despido personal y en el marco de un ERE, harán que se incrementen estos últimos. «La norma va a corregir el papel despido individual», aseguró.
El ministro mostró su confianza en que la economía española sea capaz de volver al crecimiento en la segunda mitad de este año, si bien precisó que esto no se traducirá de manera inmediata en la «absorción» de los 1,4 millones de parados provocados por la crisis. Así, incidió en que se seguirá arrastrando el «peso muerto» de la construcción.
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