RRHH Digital. El sindicato Comisiones Obreras anunció ayer que secundará la huelga general en la enseñanza, convocada por la plataforma Queremos galego, para el próximo 21 de enero tras «agotar todas las vías de diálogo con la Consellería de Educación», después de que, según reflejaron, la Xunta «rompiese el consenso anterior».
En declaraciones a Europa Press, el responsable de Ensino Público de CC.OO. de Galicia, José Fuentes, lamentó que la Consellería de Educación «no abriese una línea de diálogo» con el sindicato, pues según dijo, tenían el «compromiso» de la Xunta para una reunión que no se produjo. Según manifestó, «nunca» fueron convocados «formalmente», por lo que resaltó que en los próximos días «no existen garantías para una reunión».
Entre los motivos para acudir a la huelga se aduce que las bases fueron presentadas «como una provocación» el 30 de diciembre con el profesorado fuera de las aulas. Fuentes indicó que el sindicato reclamó a la Xunta un hoja de ruta y que modificase el documento de bases para la elaboración del decreto plurilingüe. «En vez de buscar un camino de encuentro, lo único que hicieron fue echar más fuego al tema y recalcar su posición no negociadora en la que las bases son inamovibles», criticó el sindicalista.
Además, insistió en que intentaron «mantener» las líneas de diálogo, pero a su juicio, la Consellería «parece que no quiere entender que la lengua es propiedad de todos», a lo que añadió que la Xunta «está haciendo un flaco favor a la lengua si la tratan solo como patrimonio de los que gobiernan».
Asimismo, el responsable de Ensino Público de CC.OO. explicó que «una mayoría muy amplia» del sindicato apoyó secundar la huelga y «no existen discrepancias», aunque explicó que «todos» preferían primero negociar «y si no daba resultado, emplear instrumentos de negociación».
«La Xunta debe escuchar las voces de todas las partes, pero también de los que apoyamos el gallego, parece que se escoró hacia un sector extremista que defiende la supremacía del castellano sobre el gallego», criticó Fuentes. Por ello, subrayó que el Gobierno gallego debe negociar en la mesa sectorial y en los órganos consultivos como el Consejo escolar del Estado.
Finalmente, definió como un elemento «distorsionador» introducir el inglés como tercera lengua vehicular en «igual de condiciones que las dos lenguas oficiales». Además, explicó que el gallego parte de una situación de desventaja por lo que «se deben realizar políticas de discriminación positiva», a lo que añadió que la propuesta es «irrealizable» ya que existe un número limitado de profesores para llevarlo a la práctica.
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