El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, aseguró ayer que «hemos dejado atrás la parte más dura del ajuste laboral» en lo que a pérdida de puestos de trabajo se refiere, pero reconoció que «el problema se da ahora por la falta de generación de nuevos empleos».
En rueda de prensa para valorar los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social a cierre de año, en la que estuvo acompañado por la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, Granado quiso lanzar, sin embargo, una mirada optimista a 2010 y confió en que «será mucho más positivo que 2009» para el mercado laboral, especialmente en la segunda mitad del año.
De hecho, puso en valor que «las tasas de afiliación están mejorando notablemente» en los últimos meses, lo que hace pensar en una tendencia que se mantendrá en 2010. En este contexto, destacó además que la Seguridad Social ha cerrado el año con un superávit «inusual» en otros países, lo que supone una «fortaleza» que permite afrontar 2010 desde una posición «más positiva» que hace un año.
Dentro del mismo guión habló Rojo, quien constató una «tendencia» de progresivo freno del desempleo. Más aún, subrayó que diciembre ha supuesto el segundo mes consecutivo de incremento mensual de la contratación, aunque reconoció que estas subidas aún no compensan la caídas interanuales.
Además, Rojo se centró en los pasos dados por el Gobierno en el refuerzo de la protección de los desempleados y destacó que hasta tres millones de personas cuentan actualmente con cobertura económica.
Concretamente, se centró en la prestación de 420 euros para parados que hayan agotado el paro y el subsidio, que entró en vigor el 17 de agosto y que cuenta con 368.871 solicitudes. Ahora bien, no ocultó que todo ello implicará que el gasto en prestaciones supere los 34.000 millones de euros al cierre de 2009, por encima de lo previsto.
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