Los jugadores de la plantilla del Cibona de Zagreb, rival del Barcelona en la Euroliga de baloncesto, renunciaron temporalmente a la huelga que tenían planteada, tras la promesa de la directiva de pagar en enero una parte de los salarios que se les adeuda.
Según informaron los medios de comunicación croatas, el equipo más laureado de la antigua Yugoslavia, seguirá entrenándose pese a no recibir verdaderas garantías de la directiva acerca de la liquidación de la deuda. Aunque han cobrado sólo un salario de la presente temporada, los Lobos de Zagreb lideran la clasificación de la Liga adriática con 12 victorias en 14 partidos, la última lograda anoche ante el Siroki Brijeg por 72-83.
También mantienen posibilidades de meterse en la segunda fase de la Euroliga, algo que el Barcelona ya ha logrado. «Yo no tengo problemas para esperar el pago, pero sin embargo no comprendo como puede suceder esto», comentó la figura del Cibona Marko Tomas.
El Cibona es uno de los clubes más emblemáticos del baloncesto europeo, el único que siempre ha participado en la Euroliga y vencedor de cinco trofeos continentales, al que la mala gestión de la pasada directiva hizo mucho daño.
El entrenador, Velimir Perasovic, vieja gloria del Jugoplastika y de la la Liga española, donde jugó en el Tau y el Fuenlabrada, entre otros clubes, insiste en que los jugadores pueden rescindir los contratos, pero mientras pertenezcan a la disciplina del club deben trabajar con total profesionalidad, al igual que el mismo.
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