La Fundación Marcelino Botín iniciará en 2010 un «novedoso programa» de inserción laboral de profesionales cualificados en el llamado «tercer sector», es decir asociaciones e instituciones sin ánimo de lucro. Además, creará un fondo de «capital semilla» para invertir en la creación de empresas de base tecnológica.
Estas son las principales novedades del programa que desarrollará el próximo año la Fundación, aprobado el pasado miércoles por su patronato, y que cuenta con un presupuesto de 32,5 millones.
El programa fue presentado hoy en rueda de prensa por el nuevo director general de la Fundación, Ignacio Sáenz de Miera, que ha sustituido hace algo más de mes y medio a Rafael Benjumea, y que según dijo tiene como objetivos la «continuidad, la profundización y el impulso» a las acciones que esta institución viene realizando.
Según explicó, el nuevo programa de inserción laboral se dirige a «nuevos parados», es decir personas con un «buen currículum» y capacitación profesional que, debido a la crisis económica, han perdido su trabajo.
Con vistas a su recolocación, se realizarán dos convocatorias: por un lado a instituciones del «tercer sector» para que presenten proyectos, de los que se seleccionarán unos 15, y a personas en paro, para lo que se contará con sindicatos y organismos relacionados con el empleo, con el fin de «ver quién encaja en qué proyectos».
La Fundación se encargará de pagar los sueldos al principio, durante un año prorrogable a dos, y su cuantía se acercará a la que se cobra en el «tercer sector», que incluye ONG y fundaciones, pero aproximándose a la de los que provienen estos trabajadores.
Este programa se incluye dentro del de Acción Social que lleva a cabo la Fundación, y que este año se incrementa «más del 100 por cien», debido a la situación económica y a que cada vez son más las peticiones de apoyo que llegan a la Fundación, según su director.
FONDO «CAPITAL SEMILLA»
En cuanto al fondo «capital semilla», Sáenz de Miera, señaló que su creación es posible gracias al trabajo que la Fundación ha venido desarrollando en los últimos cinco años con 20 de los mejores grupos de España y del mundo en investigación biomédica.
La iniciativa se enmarca en el programa de ciencia de la institución, que supone casi 9 millones de euros, y cuyo objetivo es la transferencia tecnológica mediante la creación de patentes que puedan venderse, lo que para el director general de la Fundación, es «el gran déficit» de España.
Explicó que este fondo se va a centrar, por ahora, en la biomedicina y nace con un millón de euros, una cantidad «suficiente» en su opinión», ya que no se trata de que la Fundación ponga todo el capital, sino en aportar dinero hasta que las empresas vean «que tiene sentido invertir». «No queremos convertirnos en empresa de capital riesgo», precisó.
Los comentarios están cerrados.