La siniestralidad laboral de los autónomos de Castilla y León se redujo en el mes de noviembre en más de un 50 por ciento, según los datos aportados por la Federación de Autónomos de Castilla y León (Feacyl).
De esta forma, además del descenso en el índice de la siniestralidad laboral, Feacyl también aseguró que la gravedad también se ha reducido ya que el 99 por ciento de los accidentes laborales que sufrieron los autónomos en noviembre fueron leves.
Así, en el mes de noviembre en Castilla y León, según datos facilitados por la Dirección general de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales, el colectivo de los autónomos sufrió 48 accidentes de trabajo con baja durante la jornada laboral, de los que 47 fueron leves, uno tuvo consecuencias graves y ninguno de ellos se cobró víctimas mortales.
El análisis de la siniestralidad distribuido por sectores muestra que es el de los servicios el más afectado por la siniestralidad laboral. De hecho, el 50 por ciento de los accidentes laborales se producen en éste sector, el 44 por ciento en la construcción y el seis restante en la industria, porcentaje este último que se ha reducido a la mitad con respecto al acumulado.
Por otra parte, en lo que va de año este colectivo de trabajadores autónomos ha sufrido un total de 399 accidentes laborales, cuando la cifra en 2008 supero el millar. De ellos 393 fueron leves, seis graves y ninguno con víctimas mortales.
Asimismo, las mismas fuentes aseguraron que la lectura por sectores desveló que es el sector servicios fue el «más afectado» por la siniestralidad con un 48 por ciento de los accidentes registrados, seguido del de la construcción 40 por ciento y de la industria, el doce por ciento.
Sin embargo, también señalaron que «a pesar del notable descenso» que se ha producido en la siniestralidad laboral de los empresarios autónomos, Feacyl, en sintonía con lo demandado por Confederación de Empresarios de Castilla y León (Cecale), consideró «necesario seguir incidiendo y apostando por incrementar la cultura de la prevención en esta materia».
En este sentido, Feacyl señaló que este descenso encuentra explicación «en un aumento de la sensibilización del empresario autónomo que empieza a ver la prevención como una inversión y no como un gasto aunque este descenso evidencia también la reducción de la actividad laboral, sobre todo en el sector de la construcción».
Además, la Federación insistió en que el «paso más importante» que debe dar un profesional, ya sea un autónomo o trabajador por cuenta ajena, en cuanto a la prevención de riesgos laborales «es el más difícil: estar concienciado».
Por ello, enviará a sus socios la guía práctica de prevención de riesgos laborales ‘El autónomo y la prevención de Riesgos Laborales’, editada por CEAT en colaboración con el Ministerio de Trabajo, en la que se muestran «todas las normas que los autónomos han de conocer en materia de prevención de riesgos laborales, así como su aplicación para que puedan proteger su salud y los bienes de su negocio».
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