Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, advirtieron este sábado al Gobierno y a la patronal de que la precarización del empleo y los «atajos» para crear nuevos puestos de trabajo pueden suponer «la puerta de entrada» a conflictos laborales y sociales «de otra naturaleza» a los que han inspirado la manifestación celebrada en Madrid.
Así lo pusieron de manifiesto ambos dirigentes durante su intervención en la Puerta de Alcalá tras la lectura del manifiesto, donde pidieron tanto al Gobierno como a la CEOE que cumplan lo pactado con los sindicatos si quieren que se reabra el proceso de diálogo social, roto desde el pasado verano.
En este sentido, resaltaron la necesidad de desbloquear los convenios colectivos del año 2009 para poder alcanzar un acuerdo sobre la negociación colectiva de cara a los próximos tres años, así como la importancia de que el Gobierno cumpla sus compromisos en materia de inversiones productivas e incluya el Régimen Especial de Trabajadores Agrarios en el Régimen General de la Seguridad Social.
Así y aunque abrieron la puerta a una eventual reforma del mercado laboral, aseguraron que no se «resignarán» a que dichos cambios se reduzcan a la precarización de los derechos de los trabajadores. «La alternativa hay que buscarla en la otra dirección y nosotros la tenemos», señaló Toxo, quien apostó por centrar el diálogo social en la protección de las personas, la movilización de recursos para reactivar la economía y el diseño de una política fiscal «adecuada».
Durante su intervención, Toxo adelantó el «éxito» de una manifestación que «evidentemente» tiene destinatarios concretos: «los causantes y culpables de la crisis», aunque también cuenta con «un profundo carácter propositivo», siempre que los empresarios no intenten volver al capitalismo neoliberal que ha gobernado los últimos 30 años. «Queremos una salida diferente», subrayó.
En este sentido, criticó que ahora los empresarios intenten dar lecciones y recordó que la crisis «no ha caído del cielo», sino que tiene «razones propias» que nacen de un modelo basado en la precariedad del empleo y que ha acabado provocado que la economía haya caído como un «castillo de naipes». De hecho, puso en duda las voces que hablan de ya de recuperación y recordó que ésta no será «plena» hasta que se vuelva a crear empleo.
Finalmente, se refirió una vez más a la negociación colectiva y aseguró que si la patronal desbloquea los convenios pendientes del año 2009 se reunirán «inmediatamente» después con los empresarios para negociar el acuerdo de cara a los próximos tres años, algo que, a su parecer, puede abrir la puerta del diálogo social tripartito.
LA PATRONAL, UNA «MINORÍA»
Por su parte, Méndez cargó contra la patronal y le recordó que representa a una minoría con «muchos privilegios» y cierto poder «político y mediático», pero que no puede dar «lecciones» ni aprovecharse de la crisis para sacar adelante sus recetas porque no son los que más la han padecido. «No se saldrán con la suya», sentenció.
Asimismo acusó a la CEOE de atacar «un día sí y otro también» a las organizaciones sindicales porque sabe que son el «gran obstáculo» que frena a los empresarios a la hora de imponer sus recetas y porque representan a la gran mayoría de los españoles, mientras que los empresarios ni si quiera se someten a procesos democráticos. «Vamos a impedir que se aprovechen de la crisis», señaló Méndez en numerosas ocasiones el dirigente sindical, resaltando así el lema que ha inspirado la movilización.
«PROTEGER LOS SALARIOS ES PROTEGER EL EMPLEO»
El líder de UGT recordó que, cuando empezó la crisis, los empresarios, y sobre todo los banqueros, se llevaron «las manos a la cabeza», para bajarlas «inmediatamente» después y acabar metiéndolas en «los bolsillos de los contribuyentes». «Ahora dicen que la crisis ha caído del cielo e intentan recuperar el pasado a costa de los trabajadores», subrayó tras denunciar la «pavorosa falta de imaginación» de la patronal al pretender una reforma laboral basada en los recortes como «madre de todas las soluciones».
«Los que dicen que para proteger el empleo hay que bajar los salarios dicen una falsedad», subrayó, tras recordar que en España se han llevado a cabo cinco reformas laborales y que el ajuste sobre el factor trabajo está «sobrepasado», por lo que apostó por «aflojar la tuerca» en lugar de forzarla más, como pide la CEOE, eliminando el despido ‘expres’, corrigiendo los «usos y abusos» de la contratación temporal y reformando el sistema empresarial español.
CRÍTICAS AL GOBIERNO
En referencia al Gobierno, Méndez recordó que su principal preocupación no debe ser el déficit, sino el desempleo, el cambio de modelo y las personas. «(Controlar el déficit) supone tener un visión contable y no política de la lucha contra la crisis», aseguró el líder sindical, quien, sin embargo, agradeció que el Ejecutivo socialista haya ampliado la protección social durante esta crisis por las exigencias de los sindicatos
Finalmente, aseguró que ambos sindicatos trabajarán para recuperar el diálogo social, algo que puede inyectar confianza a la sociedad española, aunque pidió «equidad» en el reparto de sacrificios y recordó que hablando de abaratar el despido y recortar las pensiones es imposible recuperar la confianza.
EL 12 DE DICIEMBRE, EL PUNTO DE PARTIDA
Por su parte, el secretario general de UGT Madrid, José Ricardo, se mostró tajante en cuanto a la posibilidad de llegar a la huelga general y aseguró que los sindicatos están «dispuestos a llegar donde haga falta» para defender los puestos de trabajo y que no aceptarán ninguna «devaluación laboral».
En la misma línea se manifestó el secretario general de CC.OO. de Madrid, Javier López, que defendió que los trabajadores salgan a la calle para combatir la crisis «de cara», el paro y la precariedad, así como para defender la educación y la sanidad pública, la libertad, la igualdad y los derechos laborales. «El 12 de diciembre no es el punto de llegada, sino el punto de partida», añadió.
Finalmente, los actores encargados de presentar el acto y leer el manifiesto: el Gran Wyoming, Pilar Bardem y Asunción Balaguer, cargaron contra los empresarios, a los que calificaron como los «pirómanos» que ahora pretenden «apagar el fuego» con recetas que van en contra del pueblo y con las que sólo buscan su propio beneficio.
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