La recuperación económica está muy vinculada a los estímulos puestos en marcha para hacer frente al ajuste, pero no se puede descartar alguna recaída una vez que se empiecen a retirar las ayudas porque no se sabe si la economía podrá «andar sola», según señalaron fuentes de la Comisión Europea.
«No hay garantía de que tras la retirada de las muletas no vaya a haber una recaída», señalaron las fuentes durante un encuentro con periodistas españoles en Bruselas, donde confiaron en que los agentes económicos empiecen a consumir e invertir tras la retirada de las ayudas para tomar el relevo.
Las fuentes consideraron una «buena noticia» que la economía europea haya dejado atrás la «caída libre» y aseguraron que «poco a poco» se empezarán a registrar tasas intertrimestrales positivas en todos los países, aunque insistieron en que esto no quiere decir que las tasas «vayan a ser siempre positivas» en los próximos años.
Aún así, celebraron que los indicadores de confianza estén ya apuntando en la «buena dirección» y aseguraron que el actual escenario central en Europa es el de «pendiente de recuperación suave», gracias a que los países entendieron que había que hacer frente a la crisis incrementando la deuda y el déficit.
Sin embargo, admitieron que este escenario de recuperación no resuelve el paro y la deuda generada y que ahora, tras evitar la depresión y el colapso, hay que «hacer algo» para afrontar «los problemas más feos», a través de una dinámica europea que permita absorber el número de desempleados y «coger las riendas de la deuda».
En este sentido, consideraron que una de las prioridades de la presidencia española de la UE debe ser la puesta en marcha de la Estrategia Post-Lisboa a través del acuerdo con los diferentes estados miembros sobre los instrumentos necesarios para alcanzar estos objetivos.
NUEVOS ELEMENTOS DEL TRATADO DE LISBOA.
Asimismo, resaltaron la importancia de que la presidencia española utilice los nuevos elementos que aporta la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, como el hecho de que la Comisión Europea pueda emitir avisos y recomendaciones a los estados miembros y que éstos tengan que posicionarse y responder.
Antes de la entrada en vigor del tratado, la Comisión podía realizar algún aviso, pero en ningún caso podía pedir o exigir a los estados miembros que explicaran determinados asuntos que, según la Comisión, podrían poner en riesgo la economía de un país, algo que sí podrá hacer a partir de ahora.
En este sentido, fuentes del Parlamento Europeo pusieron como ejemplo la burbuja inmobiliaria española y explicaron que si la Comisión hubiera pedido explicaciones a España sobre el gran incremento del sector, podría haberse evitado la actual situación.
ESPAÑA NO HIZO LO SUFICIENTE CONTRA LA BURBUJA INMOBILIARIA.
De hecho, algunos expertos como el director ejecutivo del European Policy Studies, Karel Lannoo consideraron que España no hizo lo suficiente para afrontar un problema que era «previsible» y ha permitido que se concedan préstamos a más de 40 años.
«La presidencia española debe estudiar cómo usar estos elementos», señalaron las fuentes de la Comisión, que explicaron que esto puede servir para guiar a los estados miembros hacia políticas económicas «más correctas», aunque al final lo «esencial» sea la voluntad política de los líderes.
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