El presidente estadounidense, Barack Obama, se comprometió este sábado a hacer todo lo posible para reactivar el crecimiento de empleos en Estados Unidos, mientras defendía su manejo de la economía de las críticas republicanas y del descontento popular. Con la tasa de desempleo en 10 por ciento y una creciente ansiedad por la economía, los niveles de aprobación de Obama han caído bajo el 50 por ciento.
En su discurso semanal por radio e internet, Obama dijo que las pérdidas de puestos de trabajo han disminuido sustancialmente en relación a la época más aguda de la recesión, cuando la economía estaba perdiendo empleos a un ritmo de 700.000 por mes.
«Es cierto que nosotros, como país, estamos en un lugar muy diferente que cuando comenzó el 2009», dijo Obama, indicando que había evidencia de una «tendencia positiva» en el reporte de desempleo de noviembre, divulgado el viernes.
El informe mostró que la tasa de desempleo estadounidense se redujo levemente el mes pasado a 10 por ciento, desde un 10,2 por ciento. El ritmo de pérdidas de puestos de trabajo se desaceleró en noviembre a 11.000, desde 111.000 registrados en octubre. Aunque acogió las señales de mejora, Obama admitió que para millones que perdieron sus empleos esto «no es suficiente».
«Las personas que han esperado sin suerte un trabajo por algunos meses, y en algunos casos, años, no pueden esperar más», dijo el presidente. «Por ellos, estoy resuelto a hacer todo lo que pueda por acelerar el progreso, de modo que realmente empecemos a sumar empleos de nuevo», agregó.
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