RRHH Digital. El III Encuentro de los Interlocutores Sociales Iberoamericanos, terminó ayer, en Lisboa, sin acuerdo sobre la declaración final por la sorprendente postura de los representantes iberoamericanos de la Internacional de los Empleadores que se negaron a que se mencionara en la misma los dos únicos instrumentos concretos de carácter sociolaboral que los gobiernos iberoamericanos han aprobado hasta el momento: el Convenio sobre Seguridad Social, aprobado por la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno -el pasado años, en El Salvador, y actualmente en fase de ratificación por las instituciones nacionales- y la Estrategia de Salud y Seguridad en el Trabajo, recientemente aprobada por los ministros de trabajo iberoamericanos y que será ratificada en la próxima Cumbre que se celebrará en Lisboa los próximos días 28 y 29 de noviembre.
Las propuestas sindicatos pedían, en el caso del Convenio de Seguridad Social -que prevé entre otras cosas el reconocimiento de las cotizaciones para causar pensiones entre los países iberoamericanos- la pronta ratificación del mismo, la suscripción de los necesarios convenios bilaterales para su aplicación y la participación de los interlocutores sociales en el seguimiento y evaluación de los convenios.
En lo que toca a la Estrategia sobre Salud y Seguridad en el Trabajo, la propuesta sindical era promover la participación de los interlocutores sociales en la aplicación, seguimiento y evaluación en los ámbitos nacionales.
Hay que subrayar que la negativa a aprobar una declaración conjunta que contuviera estas dos referencias fue posterior a la superación del obstáculo motivado por la negativa patronal a incluir en la misma una condena del golpe de estado militar de Honduras.
La delegación sindical aceptó la propuesta formulada por Enrique Iglesias, secretario general de la SEGIB, de que la resolución que los sindicatos formulasen sobre el golpe de estado de Honduras sería adjuntada a la declaración común y se entregaría oficialmente a los jefes de estado y de gobierno.
En esta resolución, que se adjunta, además de condenarse el golpe en los términos más firmes se pide a la Cumbre Iberoamericana que no reconozca al gobierno que surja de las ilegítimas elecciones convocadas por el gobierno de facto.
Para los sindicalistas presentes en el Encuentro de Lisboa el hecho de que las patronales iberoamericanas no hayan querido siquiera mencionar los únicos instrumentos de mejora en el ámbito laboral que la Cumbre ha aprobado, y por ello los aparentemente más fáciles de redactar en común, es un síntoma preocupante de su oposición a comprometerse en ninguna exigencia de mejora de la condición de los trabajadores y trabajadoras que pudiera venir de una instancia supranacional.
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