RRHH Digital. En la fusión pactada, ambas aerolíneas mantendrán su base en sus respectivos países y «habrá un desarrollo equilibrado a largo plazo de las redes» tanto para Madrid como para Londres. Además, consideran «altamente complementaria» la aportación norteamericana, asiática y africana de British Airways con las rutas de América Latina de Iberia.
Respecto a la relación de las compañías con sus empleados, «las relaciones laborales se gestionarán localmente» e Iberia no aportará dinero para financiar el fondo de pensiones de British Airways.
Una de las claúsulas para suspender la fusión es que el acuerdo final entre British Airways y los administradores de sus fondos de pensiones «no sea razonablemente satisfactorio para Iberia«.
Las celebraciones tendrán que esperar a que Iberia y British Airways solucionen sus propios problemas, en especial los relacionados con los trabajadores. La compañía británica se encuentra inmersa en una batalla con los sindicatos por el plan de reducir la plantilla de aquí a marzo de 2010, cuando finaliza su ejercicio fiscal. La aerolínea prevé una caída de 1.000 millones de libras en ingresos para su actual ejercicio y es previsible que si mantiene su intención de aprobar 1.700 despidos se convoquen jornadas de huelga.
Iberia vive estos días los efectos de la huelga de tripulantes de cabina. Cerca de 40.000 viajeros se pueden ver afectados por los varios centenares de vuelos cancelados que se suman a los más de 400 suspendidos en otras dos jornadas de paro a finales de octubre.
Los comentarios están cerrados.