RRHH Digital. Una investigación empírica realizada por IESE y Sunion sobre el modelo de gestión Feelings Management ha puesto de manifiesto que las emociones generadas en el seno de los equipos de trabajo afectan a los resultados de la organización. De este modo se ratifica la validez de la metodología y bases teóricas que Sunion venía aplicando para la gestión de los estados emocionales colectivos.
Hasta la fecha la gestión emocional dentro de la empresa se había quedado en el plano individual, apoyada en diferentes modelos, como pueda ser la conocida Inteligencia Emocional. Esta investigación demuestra que este plano de gestión no es suficiente y que, como sostenía el modelo Feelings Management, desarrollado por el pensador Javier Fernández Aguado, con el tiempo se generan estados emocionales colectivos en los equipos de trabajo, afectando a los resultados de las empresas.
Sunion, empresa de Grupo Gesfor, y la prestigiosa escuela de negocios española IESE, de la Universidad de Navarra, han concluido que estos estados emocionales pueden ser de diferente tipo: alegría, miedo, entusiasmo, apatía, enfado, estrés, etc. Y afectan de modo directo y claro a los resultados de la organización.
Los estados emocionales colectivos, además, tienen la peculiaridad de ser más difíciles de gestionar que los estados emocionales individuales. Esto exige una metodología de diagnóstico e intervención específica, más allá de las que actualmente están al uso, como señaló en la presentación del estudio José Ramón Pin, profesor del IESE.
El estudio valida la metodología del modelo Feelings Management y demuestra la existencia de estados emocionales colectivos que afectan directamente a los resultados. Permite conocer el estado emocional de los equipos y las causas que los han generado.
A la vista de los resultados, se ha demostrado que los equipos y los individuos manifiestan estados emocionales independientes, presentando cada uno, su propia dinámica más allá de ser una mera agregación de estados individuales. Esto implica que para intervenir en un estado colectivo no basta con intervenir en los estados emocionales individuales. Hay que actuar en ellos de forma distinta y teniendo en cuenta que los estados emocionales grupales son más difíciles de gestionar que los estados emocionales individuales.
Los resultados de los equipos concretos analizados revelan que en ellos priman los estados emocionales de estabilidad y alegría, dos de los estados emocionales más deseados y que mejor efecto causan en la productividad del equipo. No obstante, no se puede identificar una causa única que genere este estado, sino más bien una confluencia de aspectos como: el compañerismo, el compromiso y la solidez del equipo.
Por último, el estudio revela que el modelo cuenta también con una cierta capacidad predictiva de los estados emocionales que caracterizarán al grupo en el futuro y señala la conveniencia de utilizarlo en la gestión de procesos de cambio.
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