Las entidades financieras españolas se caracterizan por ser las más numerosas de la Unión Europea y en las que menos empleados trabajan, según datos del informe de Estabilidad Financiera del Banco de España recogidos por Servimedia.
Además, el sistema financiero español también tiene como seña de identidad que es el que mayor número de oficinas por entidad acapara.
En concreto, en España hay una oficina por cada 1.000 habitantes, seguida de cerca por Francia y Portugal. En el lado opuesto se encuentran Reino Unido y Suecia.
En cuanto al número medio de sucursales por «marca», las españolas duplican a las griegas que se encuentran en el segundo puesto del ránking. Frente a ello, las entidades suecas y austriacas se sitúan como las que menos oficinas mantienen.
Respecto a los empleados por sucursal, los datos del Banco de España ponen de manifiesto que el número medio de trabajadores es de 5, lo que contrasta con las oficinas irlandesas y británicas que emplean a 35 trabajadores.
El organismo regulador concluye que esta mayor presencia se debe a que las entidades financieras españolas desarrollan fundamentalmente su negocio en banca minorista, «que busca la cercanía al cliente y establecer relaciones de más largo plazo».
No obstante, la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez sostiene que no sería positivo que el sistema financiero español convergiese con el resto de sistemas de la UE.
«Dicha comparación, tomada con las cautelas necesarias, sí sugiere, dependiendo de su situación particular, deberán acometer una reestructuración que les permita adecuar sus estructuras de costes a un entorno en el que el volumen de actividad no será comparable al de años precedentes», afirma el Banco de España.
Pero esta adecuación de estructuras «no ha de girar exclusivamente en torno a la red, sino que también deberá considerar los costes asociados a los servicios centrales».
Los comentarios están cerrados.