La petrolera anglo-holandesa Shell anunció hoy que ha recortado ya 5.000 empleos en el marco de su vigente programa de reestructuración y que redujo sus beneficios de los nueve primeros meses del año en un 68%, hasta los 8.627 millones de dólares (5.850 millones de euros).
La cifra de negocio de la compañía hasta septiembre alcanzó los 197.113 millones de dólares, lo que supone un descenso del 47,7% con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando ingresó 377.288 millones de dólares (133.647 millones de euros).
Este retroceso de los resultados obedece al abaratamiento del crudo y a la «debilidad de la economía global» que ha lastrado el beneficio tanto de las actividades de refino como las de exploración y producción, según informó el consejero delegado del grupo, Peter Voser.
Con respecto a las cuentas del tercer trimestre, el grupo ganó 2.990 millones de dólares (2.027 millones de euros), lo que supone un retroceso del 73% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, e ingresó 75.009 millones de dólares (50.857 millones de euros), un 42,9% menos que en el mismo periodo del año precedente.
Voser destacó que el grupo sigue centrado en un programa de mejora de costes que comenzó a aplicar durante este mismo año y que éste progresa bien y ha implicado el despido de 5.000 trabajadores.
El pasado mes de julio, la petrolera comenzó la reestructuración recortando un 20% sus altos ejecutivos, lo que conllevó un ajuste de 150 empleos hasta los 600 actuales. En la siguiente etapa del proceso, Shell comenzó a hacer recortes en categorías inferiores.
«Hemos reducido los costes operativos en cerca de 1.000 millones de dólares durante los nueve primeros meses de año con respecto al mismo periodo del ejercicio precedente» subrayó el ejecutivo, quien se mostró confiado en la evolución del grupo en el futuro.
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