Los sindicatos CCOO, CSICA, UGT y CSIF han hecho un llamamiento a la Dirección de Caja Castilla La Mancha (CCM), al Ejecutivo de Castilla-La Mancha y a las direcciones de los partidos políticos, «para que redoblen esfuerzos en informar, lo más ampliamente posible, sobre la conveniencia y necesidad de que CCM, al igual que otras muchas cajas, tienen de abordar procesos de integración». Afirman esto porque «una parte importante de consejeros no tiene nada claro que la solución de CCM pase por una integración con otra caja».
En una circular conjunta emitida por los sindicatos, que los trabajadores de CCM recibirán hoy, se asegura que sólo con esos procesos se conseguirán «fortalezas y mayores garantías, frente a las amenazas que el sector tiene: morosidad y falta de capital», y aclaran que «no entenderlo así, podría tener peores consecuencias».
«Si las pasadas semanas, nuestra inquietud se sustentaba en la posibilidad de que no existiera ninguna Caja interesada en fusionarse con CCM, hoy radica en que, llegado el momento de decidir la Asamblea General sobre la fusión, tal decisión no cuente con los apoyos suficientes», aclararon.
En el comunicado, los sindicatos aluden a la Asamblea General Ordinaria de Caja Castilla La Mancha, celebrada el pasado viernes, donde se aprobaron las líneas de trabajo para 2010 y el presupuesto de la Obra Social.
En ese sentido, valoraron el «amplio debate» que se produjo sobre la situación de las Cajas –hubo sesenta peticiones de palabra en el apartado de las Líneas estratégicas para 2010 y 30 en el de Ruegos y Preguntas– y constataron que «una parte de consejeros y consejeras no tienen nada claro que la solución de CCM pase por una integración con otra Caja».
Algo que el sindicato justifica en «la falta de información que existe al respecto y el desacuerdo expresado por cómo se está llevando el proceso por parte del Banco de España y las dos Direcciones de la Caja».
Por su parte, la posición de todos los representantes de los trabajadores fue favorable a la propuesta de las líneas generales, como también lo fue «en la predisposición positiva a culminar el proceso de integración, como mejor fórmula para que la Caja sea un instrumento de financiación a los proyectos empresariales de la región».
Además, defendieron que «su desarrollo siga revirtiendo en la sociedad de Castilla-La Mancha el dividendo social a través de su Obra Social y dé garantías y estabilidad al empleo de las personas que trabajamos en ella, y ello, con independencia de otras consideraciones que hacen que no sea compartido por una parte de consejeros y consejeras generales».
De otro lado, los sindicatos muestran su deseo en esta comunicación interna de que las dudas que se expresaron durante la Asamblea «sean aclaradas cuanto antes por quienes tienen la responsabilidad de hacerlo», y confían en que «cualquier propuesta de integración que se nos haga, aquellos que no lo ven del todo claro, lo valoren como una oportunidad de fortalecer el futuro de la Caja y no como una pérdida de la misma».
En este sentido, CCOO, CSICA, UGT y CSIF confían en que «no aíslen esta decisión del proceso de reestructuración del sector y ello les haga cambiar su posición ante la necesaria y deseable propuesta de fusión».
OTRAS PROPUESTAS
Por otra parte, los consejeros en representación de los trabajadores, propusieron la necesidad de resolver, antes de que se materialice cualquier fusión, las diferencias existentes entre el colectivo anterior a la fusión de 1992 y los posteriores a la misma, así como se normalicen los casos de aquellas personas con retribución variable pendientes de resolver.
También, y como consecuencia del despido de un compañero de la provincia de Toledo en febrero, en el que la sentencia falla como de despido improcedente, se exigió su reincorporación inmediata, al tiempo que denunciamos la diferencia de trato que se da a los empleados de tercer nivel en relación con los del primero (miembros del Comité de Dirección y Directivos).
En este sentido, los sindicatos recordaron que ni los directores generales ni los Administradores del Banco de España, «han tomado medidas para depurar la cadena de responsabilidad de aquellos que formaban, y siguen formando, parte del Comité de Dirección y que sus decisiones, necesariamente, contribuyeron a llevar a la Caja a tasas de morosidad superiores al 17%, lo que suponía más de 3.500 millones de euros».
«Dado que la respuesta que nos dio el director general del Grupo a nuestra exigencia, fue de reafirmarse en el despido y anunciar que la sentencia ha sido recurrida ante el Tribunal Superior de Castilla-La Mancha, anunciamos que no estamos dispuestos a asumir este doble rasero para medir conductas».
Según los sindicatos, tales comportamientos «socavan el ánimo, la motivación y la necesaria integración de la plantilla, con lo que difícilmente se cumplirá el Objetivo 6 –de motivación e integración de la plantilla– recogido en las líneas generales aprobadas.
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