Trabajadores de Outokumpu protestaron hoy ante la sede del Gobierno vasco en Bilbao por los 177 despidos anunciados por la actual dirección de la empresa, el grupo Leaf Business Holding (LBH). La plantilla teme el cese total en la fábrica y prevé realizar una marcha a pie desde Bilbao hasta Lakua «para exigir una solución».
Bajo el lema «280 familias directas al paro. Dirección culpable», empleados de la antigua fábrica dedicada a la tubería de cobre OUTOKUMPU que desde junio del pasado año trabaja en el acero inoxidable bajo la dirección del grupo LBH, denunciaron los 177 despidos anunciados por la empresa la semana pasada. «Esto es lo que este grupo de especuladores entiende por un plan de viabilidad», criticó el miembro del Comité de Empresa, Francisco García.
La empresa, con una plantilla de 280 trabajadores, se encuentra bajo un ERE temporal de 100 días y está en proceso concursal. Los manifestantes temen que tras este «despido masivo» se produzca el cese total de actividad en la fábrica, situada en Zarátamo (Bizkaia). «Es una decisión forzada por el traslado de pedidos a Bélgica y que fuerza a los trabajadores a asumir que no va a haber trabajo», lamentó el también miembro del Comité de Empresa, Julio Barragán.
«Estos despidos responden a una estrategia para que cuando se cierre la fábrica el impacto social sea menor al haber menos de 80 trabajadores», apostilló García. Aprovechando el día de lluvia, los manifestantes exigieron al Gobierno vasco «que se moje y que se involucre en buscar una solución».
«Comprendemos que ahora muchos están llamando a la puerta, pero no por ello debemos dejar de pedir una solución para la empresa o al menos mejorar la situación de los trabajadores», aclaró. Según García, Outokumpu ha recibido subvenciones de «millones de euros» a cambio de «ningún tipo de condiciones ni de obligaciones de mantener la plantilla» por parte de las instituciones.
Además, la plantilla prevé realizar una marcha a pie durante tres días desde Bilbao hasta la sede del Gobierno Vasco en Lakua (Vitoria). Según explicó García, los alcaldes de los municipios vizcaínos de Zarátamo, Galdakao y Basauri se mostraron dispuestos a acudir con ellos para tratar su situación con responsables del Ejecutivo vasco.
«Estamos a expensas de que ese encuentro se produzca y de que las instituciones se involucren de verdad en nuestra causa», añadió Barragán. Mientras tanto, aseguran que continuarán movilizándose en defensa de una «solución digna».
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